El Supremo Tribunal Federal (STF) analiza, este miércoles (16), la demarcación de tres territorios indígenas a partir del entendimiento del llamado "Marco Temporal", que, si es autorizado, definirá que las comunidades indígenas solo tienen derecho a sus territorios en el caso de que estuvieran en posesión de ellos en la fecha de promulgación de la Constitución Federal, el 5 de octubre de 1988.
Eso porque, en julio, el presidente golpista Michel Temer (PMDB) firmó un parecer de la Procuraduría General [Advocacia-Geral, en portugués] de la Unión (AGU) que impone a todos los órganos del Ejecutivo federal la orientación del Marco Temporal.
El juzgamiento de las áreas que involucran el Parque Indígena de Xingu (MT), la Tierra Indígena Ventarra (RS) y las tierras indígenas de los pueblos Nambikwara y Pareci está causando grandes movilizaciones. La semana pasada, centenas de indígenas protestaron en Brasilia y en São Paulo contra la idea del Marco Temporal y una serie de anuncios del gobierno Temer, como el cambio en la demarcación de tierras, que viene siendo considerado un desmantelamiento en los derechos de los indígenas del país.
En este contexto, Brasil de Fato entrevistó a la Relatora Especial para los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Victoria Tauli-Corpuz, sobre su posicionamiento en relación a la medida, y sobre el aniversario de diez años de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada el 13 de septiembre de 2007.
Ella considera que el parecer de Temer irrespeta el artículo décimo de la Declaración, que dice respecto al derecho a los territorios de origen. "Los indígenas vivieron en sus territorios desde siempre, desde sus ancestros hasta el presente. Colocar una línea de tiempo encima de ello para demarcar tierras es violar la Declaración", opinó.
Victoria dijo además que la situación política actual de Brasil es una prueba de la fragilidad de los derechos indígenas. "En el pasado, Brasil fue un líder en relación al respeto de esos derechos. Pero los eventos recientes están mostrando que esas políticas pueden ser fácilmente desmontadas si un nuevo gobierno llega al poder".
A continuación la entrevista completa:
Brasil de Fato: Puede dar su opinión sobre la importancia de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en estos 10 años
Victoria Tauli-Corpuz: La declaración es importante por establecer medidas internacionales para la supervivencia de las poblaciones indígenas, también sirve como herramienta de reconciliación entre poblaciones indígenas y el Estado. Es muy importante, porque permitió que los indígenas empoderasen su movimiento y la lucha por sus derechos en diferentes partes del mundo.
Usted visitó Brasil el año pasado y señaló, en su informe, el riesgo del desmantelamiento de políticas para los indígenas. Desde entonces, el contexto político cambió bastante y, la semana pasada, tuvimos centenas de indígenas protestando contra el establecimiento de un Marco Temporal para la demarcación de sus tierras. ¿Usted cree que esta idea viola la Declaración de la ONU?
Sí, con certeza, porque los derechos de poblaciones indígenas, sus territorios y recursos naturales, todo lo que fue garantizado para ellos, lo que ellos usaron, ocuparon, y poseyeron desde siempre, es atemporal. No hay una marca temporal particular desde la cual sus tierras deben ser reconocidas, ya que el tiempo es inmaterial. Los indígenas vivieron en sus territorios desde siempre, desde sus ancestros hasta el presente. Colocar una línea de tiempo sobre eso para demarcar las tierras es violar el artículo décimo de la Declaración en particular, que dice respecto al derecho a sus tierras y territorios.
¿Lo que más le chocó en su visita a Brasil el año pasado?
Vi la forma en que las tierras indígenas vienen siendo limitadas. Yo visité Mato Grosso do Sul y vi como hay pocas tierras demarcadas e, incluso así, están constantemente bajo amenaza. Creo que es chocante porque Brasil tenía la reputación de ser un país que consiguió delimitar millones de hectáreas de tierra para los indígenas. Pero ver eso, en mi visita, me preocupó mucho. Porque el proceso por el que se reconocieron los derechos a la tierra está siendo desmantelado. Y también la violencia que sufren cuando resisten.
Vi a las personas reportando como son expulsadas por los pistoleros de los hacendados, y creo que eso es un gran problema que me chocó mucho. Además de eso, me preocupa la construcción de grandes obras, como la Hidroeléctrica de Belo Monte, sin el consentimiento de poblaciones indígenas, abandonándolos.
Nosotros tuvimos una masacre muy violenta de indígenas de la etnia Gamela el primer semestre de este año, en Maranhão. ¿Cómo se posiciona la ONU en relación a este tipo de crimen?
Yo me comuniqué con el gobierno brasileño sobre esto, y el relator especial para defensa de los derechos humanos hizo lo mismo. Tenemos que monitorear lo que acontece en aquella área en particular. La ONU no puede imponer sanciones a un país, entonces lo mejor que podemos hacer es recordarles constantemente y monitorear como el gobierno está lidiando con la situación, que medidas están creando para lidiar con ese tipo de crimen, para llevar a los asesinos a la justicia.
Usted mencionó que Brasil ya tuvo una fama positiva en relación a la demarcación de tierras indígenas. ¿En que posición estamos en relación a otros países, especialmente latinoamericanos?
La política brasileña era buena cuando instituían medidas positivas para la población indígena y la demarcación de tierras. Hubo 7 millones de hectáreas de tierras demarcadas para la población indígena. En el pasado, Brasil fue un líder en relación al respeto a esos derechos, principalmente desde el final de los años 90 hasta el gobierno Lula. Pero a partir del gobierno Dilma, esas medidas fueron debilitadas.
Los eventos recientes, principalmente, están mostrando que esas políticas pueden fácilmente ser desmontadas si un nuevo gobierno llega al poder. Eso es lo más triste de la situación brasileña. La situación de Colombia, por ejemplo, ahora está mucho mejor, porque ellos tienen grandes tierras indígenas siendo demarcadas. Brasil no es más protagonista, retrocedió considerablemente en este sentido.
¿Qué recomendaciones daría usted al gobierno brasileño para garantizar su compromiso con los derechos expresados en la Declaración?
Creo que, principalmente, el fin de políticas como la del Marco Temporal. Tenemos que pensar en políticas para que las poblaciones indígenas tengan efectivamente sus tierras demarcadas. Además de ello, tenemos que enfrentar el problema de violencia contra poblaciones indígenas víctimas de hacendados. Finalmente, no pueden cambiar las leyes constitucionales sobre la protección de derechos indígenas. Esos cambios pueden debilitar las conquistas ya obtenidas.
Edición: Vanessa Martina Silva | Traducción: Pilar Troya