El debate con los candidatos presidenciales mostrado por la TV Globo este jueves 29 estuvo marcado por el alto tono de agresividad entre los candidatos, pocas propuestas y momentos caricaturescos. El expresidente Lula (Partido de los Trabajadores, PT) fue el blanco de todos los demás, como era de esperarse, ya que el PT lidera las encuestas de intención de voto.
Del otro lado, el presidente Jair Bolsonaro (PL) evitó la confrontación directa con su principal adversario y contó con la ayuda de los candidatos Padre Kelmon (PTB) y Felipe D’Avila (Novo) para realizar un ataque directo al expresidente.
"Hay una cosa que era bastante predecible, que sería que todos los candidatos atacaran al expresidente Lula, que lidera las encuestas. Y algunos incluso haciendo lo que llamamos una línea accesoria del presidente Jair Bolsonaro. Así que creo que esto era predecible. Bolsonaro agrediendo como siempre", afirmó Rosemary Segurado, politóloga y profesora de la PUC-SP y de la Fundación Escuela de Sociología y Política de San Pablo .
Lula se mostró más incisivo
Josué Medeiros, profesor de ciencias políticas de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y coordinador del Centro de Estudios sobre la Democracia Brasileña, cree que el expresidente Lula se puso en una posición de contraataque en el debate de este jueves en comparación al primer programa, emitido por la TV Band.
"Lo que me pareció interesante es que también Lula se mostró diferente al debate en la TV Band, en el que trató de transmitir un comportamiento más pacífico y terminó siendo demasiado pasivo. Sobre el tema de la corrupción, por ejemplo, Lula habló de los logros del gobierno, pero no acusó a Bolsonaro. Y ayer en Globo fue muy diferente, subió, contraatacó, y lo enfrentó con un sentimiento de indignación", dijo.
"Creo que ese sentimiento de indignación que marcó a Lula en el Jornal Nacional y ahora en el debate de Globo es lo que atrajo a los votantes, más que una pasividad que, en algún punto, parece concordar con las acusaciones".
"Bolsonaro necesitaba ser agresivo. La situación de Bolsonaro fue difícil en este debate. Él necesitaba ser agresivo, porque necesita hablar con los propios votantes, pero la agresividad le impide ampliar [su electorado]. Así que necesitaba tratar de derribar a Lula, tratar de noquearlo, tratar de hacer que Lula dejara el debate como un gran perdedor para evitar la tendencia de [ganar en] la primera vuelta. Pero no lo logró", defendió Medeiros.
Aun así, el politólogo considera que Lula y Bolsonaro no salieron victoriosos del debate, por las acusaciones y los enfrentamientos. "En esta batalla, la tendencia es a permanecer igual. Los rechazos se mantienen como están, con pequeñas variaciones en el margen de error. Y el debate será sobre el voto útil, tendencia que ya existía [de ganar] en la primera vuelta, sobre todo porque aún tenemos dos días de campaña", dijo Medeiros.
Bolsonaro necesitaba tratar de derribar a Lula, tratar de noquearlo, tratar de hacer que Lula dejara el debate como un gran perdedor para evitar la tendencia de [ganar en] la primera vuelta. Pero no lo logró.
Línea accesoria
En su estrategia, Bolsonaro contó principalmente con el apoyo del candidato del PTB, el Padre Kelmon, quien elogió la gestión del presidente y no se reservó ataques e informaciones falsas sobre el expresidente Lula y la izquierda en general.
Para Segurado, "Padre Kelmon no tiene nada que perder. Esa es la gran cuestión. Entonces puede ir allí, atacar, tratar de desestabilizar a alguien en el debate. Esto está muy lejos de lo que los votantes esperan de un proceso electoral, lo cual es muy malo para la democracia. Estas figuras extravagantes no suman al debate político. Al contrario, le restan importancia a la política porque no tienen una postura adecuada para estar presentes en un debate de esta envergadura y terminan dando la impresión de que así es la política, alejando a las personas".
Uno de los momentos más llamativos del debate fue un choque directo entre Lula y Kelmon, durante el tercer bloque del programa, en el que tuvo que intervenir el presentador y mediador William Bonner. El periodista se mostró irritado por la insistencia del candidato bolsonarista en interrumpir el discurso de los demás candidatos presidenciales, violando las reglas del programa.
"Usted realmente decidió instituir una nueva regla en este debate. ¿Podría mirarme con respeto? ¡Usted ha instituido una nueva regla en este debate! Esta regla no existía, se lo pedí varias veces. ¡Voy a pedirle que aguarde a la conclusión del discurso de su oponente! Y regrese a su asiento como hicieron todos los demás", dijo Bonner.
Menos incisivo, pero, aun así, D'Avila también aprovechó su tiempo para hacer "dupla" con Bolsonaro y usar a Lula como blanco. Consultado sobre las políticas de cupo racial, el candidato de Novo esquivó la pregunta y decidió hablar sobre la gestión del PT.
La estrategia fue tan clara que, en un momento, la candidata presidencial Simone Tebet (MDB) dijo que Bolsonaro no tenía el coraje de enfrentarse directamente a Lula. "El candidato Bolsonaro tenía que hacerle esta pregunta al candidato Lula, que está aquí… Tal vez por cobardía, tal vez porque no tenga el coraje o tal vez porque justamente no quería resolver cuáles son las propuestas que tiene para resolver los problemas graves", afirmó Tebet.
Edición: Rodrigo Chagas e Flávia Chacon