En cinco meses de intervención militar en el estado de Rio de Janeiro los números muestran una vez más que, sin estrategia e investigaciones basadas en inteligencia el panorama de la seguridad pública en Rio tiende a empeorar. El último informe del Observatorio de la Intervención mostró que el número de tiroteos aumentó de 2.924 en los meses anteriores a la intervención, a 4.005, un aumento de cerca de 37%.
El período incluido en el informe contiene los datos de una de las operaciones más violentas hasta ahora en la intervención, la del 20 de junio en el Complejo [de favelas] de Maré, en la zona norte de Rio de Janeiro, cuando agentes a bordo de un helicóptero de la Policía Civil dejaron más de 160 marcas de tiros en las calles de la comunidad. En la misma operación, el estudiante Marcos Vinícius, de apenas 14 años fue asesinado camino a la escuela. Ese día, había 23 órdenes de captura, pero no hubo registro de ningún preso.
Otro número que preocupa en el informe es el aumento de información ausente para cada operación realizada. Este aumentó de 1,1 a 2,8 por operación - eso significa que las fuerzas policiales han divulgado cada vez menos información sobre las acciones de la intervención militar, lo que dificulta el monitoreo de la sociedad sobre las acciones de las fuerzas militares.
Las operaciones, que según el Gabinete de Intervención, llegan a movilizar 5 mil hombres, resultan en miedo, muertes y pocos efectos positivos, según el levantamiento. Durante los meses de intervención, solamente 92 armas de alto calibre fueron aprehendidas, mientras que en el mismo período del año pasado fueron 145.
Hay indicios de que las violaciones de derechos humanos han sido más frecuentes, de forma proporcional al número de operaciones, que vienen aumentando. Dos episodios fueron resaltados en el informe. Uno fue una paliza en la [favela] Ciudad de Dios, en la zona oeste del municipio de Rio, la noche de 29 de junio, que fue grabado por los habitantes. El Comando Militar del Este prometió abrir indagación, pero ningún resultado fue divulgado hasta ahora.
El otro episodio aconteció el 11 de julio, una página de red social de [la favela] Ciudad de Dios publicó las fotos de un morador golpeado por policías del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), cuando les pidió que desocuparan la azotea de su casa.
Edición: Jaqueline Deister | Traducción: Pilar Troya