Las exportaciones de Brasil a China, en 2023, podrían alcanzar el valor histórico de 100 mil millones de dólares, una cantidad sin precedentes incluso teniendo en cuenta el comercio con otros países del mundo. Los datos publicados por el periodista Assis Moreira en el diario brasileño Valor Econômico sorprenden incluso al propio equipo económico del gobierno, que preveía un tope de hasta 90 mil millones de dólares en remesas brasileñas a China.
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El año pasado, las exportaciones al país asiático ascendieron a 89.400 millones de dólares, lo que significó el 26% de todas las ventas internacionales de Brasil en 2022.
Si se logran concretar las ventas de casi medio billón de reales, el 30% de todo el comercio brasileño tendrá como destino China este año. En 2014, este porcentaje era del 18%.
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Además de la soja, los minerales y el petróleo crudo, la llegada del maíz al portafolio de negocios impulsó la relación comercial entre ambos países.
Sin el dólar
En octubre, el Banco de China Brasil anunció una hazaña sin precedentes: la primera transacción completa entre una empresa brasileña y una empresa china utilizando únicamente reales y yuanes, las monedas locales de los dos países, evitando el tipo de cambio en dólares.
Según la institución financiera china, la operación se realizó entre los meses de agosto y septiembre, y se trató de un negocio de exportación de celulosa de Eldorado Brasil, empresa de São Paulo con representación en Shanghai.
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Más recientemente, otra iniciativa sin precedentes ha acercado un poco más a China y Brasil. El país asiático envió al país latinoamericano un lote de maquinaria agrícola.
Equipos como microtractores, cosechadoras, sembradoras y plantadoras serán destinados a áreas productivas de la agricultura familiar en los estados de Ceará, Maranhão, Paraíba y Rio Grande do Norte.
Son alrededor de 30 máquinas que podrán utilizar en 20 tipos de cultivos en zonas que incluyen algunos asentamientos del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra y otras organizaciones de agricultura familiar, como el Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras Rurales de Apodi (Rio Grande do Norte).
Edição: Rodrigo Durão Coelho
