Pocas horas después de que el resultado de las urnas eligiera a Luiz Inácio Lula da Silva (PT) como próximo presidente de Brasil, desde el 1 de enero del próximo año, ya han comenzado las articulaciones internacionales.
Además de recibir las felicitaciones y el reconocimiento por su victoria -Lula es el presidente elegido con más votos de la historia del país, más de 60 millones de votos-, el petista fue buscado por jefes de Estado de diferentes regiones para alinearse en diversos temas, especialmente los de medio ambiente.
Agenda ambiental
Visto como un líder con enorme capacidad para las relaciones internacionales y como un Presidente que ya ha superado el reto de reducir la deforestación en la Amazonía, Lula fue invitado por el Presidente de Egipto, Abdel Fatah al-Sissi, a participar personalmente en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP27.
La invitación no estaba dirigida al actual presidente y el evento se celebra la próxima semana, entre el 6 y el 18 de noviembre, en la ciudad de Sharm El Sheikh. La presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, confirmó el martes (1) que Lula asistirá al evento. En esta ocasión, tendrá la oportunidad de discutir personalmente la agenda de política exterior del próximo gobierno con los jefes de Estado del Norte Global.
Entre los signos más importantes y frecuentes en los mensajes dirigidos al presidente electo se cuentan las agendas medioambientales. El tema fue mencionado en las felicitaciones en redes sociales por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el Presidente de España, Pedro Sánchez, y el Canciller alemán, Olaf Scholz.
El presidente colombiano Gustavo Petro fue más enfático en su mensaje, publicado en Twitter, y definió cuatro temas que le interesa desarrollar con el nuevo presidente brasileño para alinear una agenda política ambiental. El primer punto consiste en el "rescate de la selva amazónica y su investigación científica". El segundo se refiere al "camino de una nueva política antidrogas no violenta". La tercera, "la red eléctrica integrada de América con energías limpias" y, por último, "la integración económica latinoamericana".
Colombia es el segundo país, después de Brasil, cuyo territorio incluye la mayor parte de la selva amazónica, que abarca nueve países (Brasil, Colombia, Bolivia, Venezuela, Perú, Guyana, Surinam, Ecuador y Guyana Francesa, respectivamente).
— Gustavo Petro (@petrogustavo) October 31, 2022
Además, Alemania y Noruega señalaron el lunes y el martes (01 y 02/11), respectivamente, que tienen la intención de desbloquear los fondos destinados al Fondo Amazonía. Las transferencias fueron suspendidas después de que el gobierno de Bolsonaro extinguiera unilateralmente dos comités que se encargaban de gestionar el fondo, rompiendo el acuerdo entre los países que definía las reglas del proyecto.
Perspectivas de la política internacional en el tercer gobierno de Lula
El presidente argentino Alberto Fernández, que visitó a Lula al día siguiente de la elección, reforzó la expectativa de integración entre los países latinoamericanos con un “líder regional muy importante”, refiriéndose a Lula. Como grandes socios comerciales, esto fue una señal de que Argentina y Brasil también pueden esperar un nuevo horizonte para las relaciones bilaterales, en parte rotas por Jair Bolsonaro (PL). La campaña del actual presidente se basó en gran medida en la desinformación sobre Argentina y el gobierno peronista.
Lula ya había destacado durante su campaña la propuesta de reforzar la integración regional, centrándose en la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), el Mercosur y el G20. A principios de año, en una visita a México, Lula trató estos temas con el presidente López Obrador, proyectando a la CELAC como un bloque de interacción con la Unión Europea, China y Estados Unidos.
Además, apuesta por un “comercio internacional más justo”, citando la colaboración con Estados Unidos y la Unión Europea en nuevas bases. “No nos interesan los acuerdos comerciales que condenan a nuestro país al eterno papel de exportador de productos básicos y materias primas”, dijo Lula en su primer discurso tras ser elegido, destacando la necesidad de reindustrializar Brasil e invertir en la economía verde y digital, así como exportar inteligencia y conocimiento.
En su discurso, Lula también destacó su compromiso de volver a hacer de Brasil un país respetado en el exterior y en sus relaciones internacionales.
“En mis viajes internacionales, y en los contactos que tengo con líderes de varios países, lo que más escucho es que el mundo echa de menos a Brasil (...) El Brasil que apoyó el desarrollo de los países africanos mediante la cooperación, la inversión y la transferencia de tecnología. Que sirvió para la integración de América Latina, América del Sur y el Caribe, que fortaleció el Mercosur y ayudó a crear el G20, la UNASUR la CELAC y los BRICS”, dijo.
En cuanto al medio ambiente, Lula recordó que durante sus anteriores gobiernos logró una reducción del 80% de la deforestación en la Amazonía y de las emisiones de gases de efecto invernadero. Y lanzó una de las propuestas más ambiciosas de su discurso: deforestación cero. “Reanudaremos el seguimiento y la vigilancia de la Amazonia y combatiremos toda actividad ilegal, ya sea la minería, la tala o la ocupación agrícola y ganadera indebida”.
Según fuentes del partido, las alineaciones sobre la articulación internacional están aún en fase de planificación, por lo que no hay más detalles todavía sobre nuevas invitaciones o reuniones con representantes de otros países por parte del presidente electo.
Edición: Glauco Faria