VIOLENCIA

Brasil: los impactos de la minería ilegal para las mujeres

Indígenas viven la angustia y el miedo que genera la actividad ilegal, además de la contaminación por mercurio

Traducción: Isabela Gaia

Brasil de Fato | São Paulo |
Ilustración Resistencia de Mujeres indígenas en Brasil - Fernando Bertolo

La actividad minera clandestina impacta diariamente la vida de los pueblos indígenas en Brasil. La invasión de la minería ilegal interfiere y configura las dinámicas de convivencia en las comunidades del norte del país.

En este contexto, las mujeres sufren tres veces más el impacto de la minería, ya que se ven afectadas por el mercurio tóxico, atienden a los enfermos y también son blanco de violencias machistas y misóginas.

Una mujer indígena que no quiso identificarse (y el equipo de reportaje optó por no revelar tampoco el estado de la federación donde vive, tal es la vulnerabilidad que existe) dijo que las áreas ocupadas por mineros se convierten en territorios de extremo peligro. “Caminan armados y toman mucho, y nos ven [a las mujeres] como blancos fáciles. Una vez, atraparon a una niña y ella nunca regresó”, relató.

Son comunes las historias de amenazas, secuestros y violaciones, según la joven indígena. Madre de dos hijos, dijo evitar ciertas regiones porque teme que algo le pase a ella o a los niños.

El alcoholismo, el tráfico y el consumo de drogas han penetrado en las comunidades y han afectado a muchos jóvenes. Tales prácticas abren el camino a violaciones.

Telma Taurepang, coordinadora general de la Unión de Mujeres Indígenas de la Amazonía Brasileña (UMIAB), contó que la minería ilegal ha destruido la salud mental de las mujeres indígenas.

“Las mujeres son las más afectadas por la minería, porque la violencia de los invasores las deprime. Tienen miedo, están traumatizadas”, explicó.

Este estado de tristeza es el resultado de delitos sexuales, de amenazas y de la pérdida de familiares. La rutina en los territorios indígenas se ha pautado en la actividad ilegal, una vez que esos impactos determinan cómo se desarrolla la vida cotidiana.

“Los mineros son hombres, ¿no? Están buscando la riqueza y eso genera muchos conflictos. No respetan a las mujeres. Las mujeres de la minería viven de la prostitución, están haciendo el servicio que ellos quieren. No hay respeto, porque ven a las mujeres como un objeto que tienen allí y que les sirve”, informó Taurepang.

Las enfermedades dictan la dinámica de las comunidades

Entre los pueblos originarios del extremo norte de Brasil, intoxicarse por mercurio y enfermarse es un problema real y en expansión. “Las mujeres indígenas se encargan directamente de la alimentación. Por eso, el contacto con el agua contaminada afecta la salud”, explicó la activista.


Imagen de una mina ilegal en tierra indígena en el estado de Roraima, en Brasil / Morsaniel IRAMARI/AFP

En las mujeres embarazadas, la sustancia llega al feto, lo que puede provocar malformaciones, retraso en el desarrollo, entre otras complicaciones graves. Las consecuencias de la intoxicación por mercurio pueden incluso provocar la muerte de adultos y niños.

Marizete de Souza, vice coordinadora del Consejo Indígena de Roraima (CIR) de la Región de Serras, también destaca que a través de la contaminación de ríos, peces, tierra y aire, el mercurio impacta la seguridad alimentaria y causa la desnutrición de las poblaciones indígenas.

“Mi madre murió por la invasión de los mineros. Traen diversas enfermedades como la malaria, por ejemplo. La minería no es vida, es muerte”, dijo la integrante del CIR.

Actualmente, la minería ilegal también disemina la COVID-19, que ya contaminó a casi 53 mil y provocó la muerte de 1.048 indígenas de 163 pueblos, según un relevamiento del Comité Nacional de la Vida y la Memoria Indígena.

Unión y lucha institucional

“Las leyes se hacen allá arriba, los proyectos de ley y las propuestas de enmienda constitucional nos afectan a nosotros, los pueblos indígenas. Tenemos que pensar a quién ponemos en el municipio, en el estado, en la Cámara, en el Senado y en la presidencia”, defiende Telma Taurepang.

La coordinadora general de UMIAB explica que es importante unirse contra la minería. “[Las mujeres] Nos unimos cada vez más contra la minería, que es ilegal. Nuestra lucha es para que no haya minería. El presidente [Jair Bolsonaro] y su bancada [de apoyadores en el Congreso] están a favor de la minería”, dijo.

Telma recuerda que, a principios de este año, la Asamblea Legislativa del estado de Roraima llegó a aprobar y sancionar un proyecto de ley que liberó la extracción de todo tipo de minerales. La propuesta fue escrita por el gobernador Antônio Denarium y, días después, fue suspendida por el ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF) .


El gobernador de Roraima, Antonio Denarium, y su aliado Jair Bolsonaro (ambos sin partido) / Divulgação

La autorización legislativa permitió realizar la minería incluso sin estudio previo y también incluyó el uso de maquinaria pesada en la explotación de la tierra, excavadoras y embarcaciones. El mercurio también fue permitido.

“Nunca he visto una minería sustentable, una que no contamine el medio ambiente”, explicó. Aún según la activista indígena, es necesario escuchar a los pueblos originarios. “Tenemos cabezas pensantes, cabezas que tienen visiones para las nuevas generaciones. Invítennos a elaborar estas políticas públicas dirigidas a los pueblos indígenas”. 

Edición: Vinícius Segalla