REFERENCIA

50 años de Las venas abiertas de América Latina: “Un libro para entender la vida“

La obra de Eduardo Galeano completa medio siglo en plena vigencia con la realidad de los pueblos latinoamericanos

Traducción: Isabela Gaia

Brasil de Fato | Caracas (Venezuela) |
Las venas abiertas de América Latina, primer éxito de Eduardo Galeano, cumple 50 años de publicación - Reprodução

Abril se puede considerar un mes de luto, porque cada día 13, desde 2015, se suma un año más a la partida de Eduardo Galeano. El periodista y escritor uruguayo, autor de 33 libros, falleció hace seis años por un cáncer de pulmón. Sin embargo, la vida está hecha de “ánimos y desánimos”, como escribió Galeano, y abril es también el mes de celebración del 50º aniversario de la publicación de su primer gran éxito: Las venas abiertas de América Latina, que ha sido traducido a más de 20 idiomas.

En la obra, Galeano narra la historia de la exploración de este continente, que desangra sus riquezas desde el siglo XV hasta la actualidad. Una profunda investigación periodística, que combina datos históricos con antropología, mitos, realidades y sabiduría popular, en una narrativa que lleva al lector a pasar de las realidades más terrenales a las vivencias más sublimes.

“Eduardo rompió cualquier frontera de estilo. Una prosa poética, coloquial, una profunda investigación histórica. La obra de Eduardo es una obra imprescindible, no solo para entender América Latina, sino para entender la vida y el mundo”, comentó el escritor brasileño y traductor de varias obras de Galeano al portugués, Eric Nepomuceno.

En varias entrevistas, Galeano comentó que Las venas abiertas… fue un trabajo sin pretensiones, resultado de una necesidad de sumergirse y comprender la historia de nuestra América.

“Creo que la principal razón de la vigencia y el impacto del libro fue la combinación del tema y el estilo. Habló de algo que el público necesitaba conocer en profundidad y lo hizo de una manera realmente atractiva”, analizó Roberto López Belloso, escritor y periodista uruguayo.

A partir de las principales riquezas naturales de nuestra región –que por la fuerza de potencias económicas extranjeras se convirtieron en commodities: plata, oro, petróleo, algodón, café, frutas, azúcar– Galeano muestra cómo se impuso la condición de colonia, que sentó las bases para el capitalismo dependiente que se desarrollaría en los países latinoamericanos.

“Quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra [...] la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos”, señala en las primeras páginas del libro de 1971.

El libro bate récords de ventas constantemente, alcanzando más de 2 millones de copias al año, lo que demuestra su constante demanda. “Por una u otra razón, los lectores sienten la necesidad de reunirse con ese libro”, dijo Belloso.


Galeano, quien inició su carrera periodística en el diario deportivo Marcha, también dedicó varios libros a su amor por el fútbol / Tiempo Argentino

El autor

En el caso de Galeano, autor y obra son uno. El periodista, exiliado en Argentina y España durante los años de la dictadura militar en Uruguay (1973-1985), nunca dejó de expresar su convicción de que un mundo más justo e igualitario era posible.

“No vale la pena vivir para ganar, vale la pena vivir para seguir tu conciencia”, dijo en una entrevista de 2011.

Con el fin del régimen militar, de regreso en Montevideo y junto a Mario Benedetti, fundó el semanario Brecha, para seguir dando voz a las causas de los “nadies”. Belloso, quien fue redactor jefe de la publicación cuando Galeano aún era miembro del consejo editorial, comenta que las únicas veces que interfirió en el contenido del semanario fue para sugerir notas relacionadas con temas poco abordados por la prensa: la lucha de los pueblos saharauis contra las agresiones de Marruecos, la demanda de acceso al mar para Bolivia o el caso de Ayotzinapa.

“Siempre fue uno más entre nosotros. Nunca tuvimos la sensación de estar hablando con una leyenda de la literatura latinoamericana, con un mito en vida. Siempre ha tenido este carácter que nadie es más que nadie. Fue absolutamente fiel a lo que creía”, relató.

Benedetti, Galeano y Viglietti fundaron juntos la revista Brecha para seguir contando historias de los pueblos oprimidos de la región / Reproducción

Ganador de varios premios, entre ellos Casa de las Américas, American Book Award, Stig Dagerman, Alba de Letras, medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, Galeano fue también el primer Ciudadano Ilustre de los países del Mercosur.

Si bien contó historias difíciles con una prosa democrática y fácil de entender, todo el reconocimiento internacional fue fruto de un trabajo minucioso, hecho por quien “no escribe por encargo”, como afirmó el autor en una entrevista con TeleSUR en marzo de 2011.

“Me cuesta mucho escribir. Me da una enorme alegría, es una fiesta de la vida escribir, pero también escribo, reescribo, tacho, rompo y vuelvo a escribir, buscando las palabras que de veras merecen existir”, dijo.


Tanto en la gestión de Hugo Chávez como en la de Nicolás Maduro, Galeano fue defensor de la Revolución Bolivariana en Venezuela / YVKE Mundial

Nepomuceno, que “era más que un amigo, era un hermano” de Galeano, recuerda las exigencias del maestro en los años de lectura, café y cigarros compartidos.

“Cada vez que terminaba de leer uno de sus libros, encontrábamos la manera de reunirnos y pasar varios días negociando cada palabra. Eduardo sabía perfectamente bien el portugués brasileño”, contó el escritor brasileño, que caracteriza a Galeano como un hombre enérgico, divertido y amoroso.

Con Las venas abiertas de América Latina, el escritor demostró que es posible dedicarse al periodismo y la literatura comprometidos sin caer en el estigma de lo panfletario. Con su lenguaje “sentipensante” –capaz de pensar sintiendo y sentir pensando– Galeano llenó los vacíos históricos con palabras que valían más que el silencio.

“Debemos inventar el futuro en lugar de aceptarlo. No debemos resignarnos a las fatalidades del destino, porque la historia nace de nuevo cada día”, decía Galeano.

Edición: Marina Duarte de Souza