Para familias de profesores muertos de covid-19, lo que resta es la nostalgia. "Es demasiado doloroso, porque todo tiene el olor de la persona. No es sólo su cuerpo físico que se fue, es una parte de su historia", cuenta emocionada Erismar Nunes de Oliveira, profesora de la red estadual en Amazonas.
Su hermano, el también profesor Erivonaldo de Oliveira, murió en el auge de la crisis de falta de oxígeno que afectó al estado en enero. El gobierno federal fue informado de que el colapso -debido al fin de las existencias- llegaría al estado de Amazonas, pero no se hizo nada. El docente dejó su familia y un legado profesional de 25 años en la Escuela Estadual Petrônio Portela.
A pesar de la presión de los profesores y de los padres de alumnos, las escuelas públicas y privadas reabrieron de forma presencial en todo el país en 2021. Las orientaciones para la vuelta a clases exigían a adopción de medidas de seguridad, como el uso de máscaras, el distanciamiento social y el suministro de máscaras y alcohol en gel en las instituciones. La falta de estructura en las escuelas, sin embargo, impidió que se cumplan los protocolos sanitarios.
El último levantamiento del Sindicato de los Trabajadores de Educación de Amazonas revela un total de 64 muertes de profesores por coronavirus hasta mediados de febrero.
"La sensación que tengo es que somos apenas una pieza. De hecho, para el sistema, somos fuerza de trabajo reemplazada en cualquier momento. Nuestras vidas para nuestras familias es que no son remplazadas: mi hermano murió", lamenta la profesora.
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"Tragedia anunciada"
En São Paulo, el profesor José Geraldo Corrêa Júnior, de la Escuela Estadual Samuel Wainer, no perdió familiares, pero si, decenas de colegas después del retorno a la escuela presencial.
"Nosotros habíamos advertido al estado que esta tragedia era anunciada. No hubo una sorpresa por parte de la SEDUC [Secretaría de Educación del Estado de São Paulo] y del secretario de educación, el profesor Rossieli [Soares], porque nosotros siempre dijimos: 'No hay condiciones para que las escuelas públicas se reabran para educación presencial. No hay condiciones de protocolo. Las escuelas no están adaptadas para este momento catastrófico''', afirma Geraldinho, como se lo conoce, el también es director del Sindicato de los Profesores de Educación Oficial del Estado de São Paulo (APEOPESP).
En el site del sindicato, es posible encontrar un cuadro diario actualizado sobre las muertes y contagios de covid-19 después de el regreso a clases en São Paulo. Desde la vuelta a clases, el 26 de enero, más de 2.300 personas se contagiaron y 51 murieron, 32 de ellas profesores. Además de eso, de las 5.100 escuelas del estado, 1.060 tienen casos positivos confirmados.
El último boletín epidemiológico de la SEDUC, que contempla los datos registrados hasta 6 de marzo, reveló un número de 21 muertes a consecuencia de la covid-19 después de la vuelta a clases presenciales en el estado.
La gravedad del escenario hizo que se suspendan las clases. Al comienzo del mes, la Justicia paulista prohibió al gobierno estadual realizar actividades presenciales convocando a profesores en las fases más restrictivas de la pandemia. Todas las regiones de São Paulo están en el nivel máximo de alerta en el combate al coronavirus. Hoy, las escuelas están en receso escolar, y la Secretaría de Educación planea el retorno para el 4 de abril.
"Me gustaría ahora que aquellos que dijeron que era seguro, y especialmente el profesor Rossieli, miraran a los ojos de las 51 familias que perdieron sus seres queridos y digan de nuevo que es seguro ir a las escuelas", cobra Geraldinho.
Erivonaldo Nunes de Oliveira, una historia de 25 años en la educación pública estadual en Amazonas interrumpida por la covid-19 / Archivo personal
Alternativas
El viernes 19 de marzo, el Diario Oficial de la Unión publicó el veto integral de Jair Bolsonaro (sin partido) al proyecto que preveía la transferencia de recursos para que los estados pudieran garantizar el acceso a internet en las casas de alumnos y profesores.
"Si tuviéramos tanta importancia para la red estadual y para el país, nos pondrían inmediatamente en la fila para la vacuna. Este gobierno que tenemos no está preocupado por la vacuna, no está preocupado por las personas, por el brasileño, y mucho menos por el profesor", alerta Erismar Nunes.
Otro lado
Brasil de Fato entró en contacto con las Secretarías Estaduales de Educación de Amazonas y de São Paulo, pero no obtuvo respuesta hasta el cierre del reportaje.
Edición: Camila Maciel
