Profesionales que trabajan en la puerta de entrada del Sistema Único de Salud (SUS) brasileño, y que ya sufrían con la precarización, están en condiciones de creciente vulnerabilidad con la pandemia del coronavirus. Faltan equipos de protección, capacitación y hasta agua y jabón.
Una investigación de la Fundación Oswaldo Cruz, uno de los principales institutos científicos de Brasil, entrevistó a trabajadores de enfermería, agentes de combate a endemias, médicos y psicólogos que están en la Estrategia de Salud de la Familia, en las Unidades de Primeros Auxilios y en los Centros de Atención Psicosocial.
Las conclusiones son que parte de esas categorías trabajan bajo vínculos laborales frágiles, poco acceso a equipos de protección individual (EPI), sin orientación y relatan sentimientos de angustia y tristeza.
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De los más de 250 entrevistados, todos en la ciudad de Rio de Janeiro, más de 14% tienen contrato temporal; 3,9%, reciben remuneración por becas, en el marco del período de residencia, están contratados como personas jurídicas o tienen otros tipos de vinculaciones.
La investigadora Regimarina Reis afirma que se encontraron "vinculaciones laborales que no aseguran la estabilidad y el acceso a derechos laborales para estos profesionales. Lo que expone a los trabajadores a la vulnerabilidad e inseguridad, inclusive en caso de necesidad de separación por covid-19".
Regimarina, que es una de las coordinadoras del estudio, complementa, "ese dato llama aún más la atención si notamos la amplia exposición de los trabajadores a riesgos, evidenciada por los problemas de acceso a uso de EPI durante la pandemia".
El índice de los que relatan no haber recibido EPI en cantidad suficiente para el trabajo es del 32,9%. Más del 17% dijeron no tener acceso a agua y jabón siempre que es necesario en las unidades de atención.
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Parte de los trabajadores (35,3%) también afirma sentir inseguridad respecto al uso de los equipos de protección y más del 50% dijeron no haber recibido capacitación para usar el aparato.
Ni la formación sobre la covid-19 se puso a disposición en su totalidad. La falta de acceso a esta información estuvo presente en las respuestas de 44,5% de los participantes en la investigación.
Problemas como atraso de los salarios y falta de apoyo a la salud mental de esos profesionales prevalecen. En 57,6% de las respuestas, los participantes dijeron que la jornada es más pesada y para más del 20% el pago se atrasó. Más del 60% mencionaron sentimientos de angustia y tristeza.
Los resultados completos de la investigación están disponibles para consulta en el site de la Fundación Fiocruz.
Edición: Rebeca Cavalcante