“Lo que pasó no es una manifestación pacífica, democrática, sino un atentado”. La afirmación es de Gleisi Hoffman, senadora y presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), este martes (27) por la noche tras el ataque a dos autobuses de la Caravana Lula por Brasil, baleados en una carretera en Paraná, estado de la región sur del país. No hubo heridos.
Ante denuncia de los organizadores, la Policía Civil comenzó el peritaje que ya confirmó que dos autobuses fueron alcanzados por un total de tres tiros. El informe debe ser emitido en 24 horas.
El primer autobús donde estaban los periodistas que acompañan a la caravana, recibió dos balazos, uno en su parte frontal y otro en su parte lateral. Se sospecha que los balazos fueron disparados por pistola y revólver. Además, los neumáticos del autobús fueron perforados por clavos arrojados a la carretera para disminuir la velocidad y facilitar la emboscada.
La Caravana Lula por Brasil que cumple su cuarta etapa en la región sur está sufriendo una serie de ataques desde que empezó. Arrojaron huevos y piedras a sus integrantes, una de las víctimas fue el ex diputado Paulo Frateschi (PT) cuya oreja fue lastimada por una pedrada en la ciudad de Chapecó. El sacerdote Idalino Alflen, de 64 años, también fue blanco de una pedrada en la cabeza y lo atropellaron con una motocicleta minutos antes de las declaraciones de Lula en la ciudad de Foz do Iguaçu.
Según Hoffman, los organizadores de la Caravana están denunciando hace días el incremento de la violencia desde su inicio, el 19 de marzo, pero no hubo ninguna garantía de seguridad por parte de la Polícia Militar de los estados por donde pasará la caravana o por parte del Ministerio de Defensa del país.
“Nuestra caravana fue víctima de una emboscada, lo podemos decir claramente. Estamos todos muy asustados, la violencia contra la caravana se está incrementando, ya la habíamos denunciado. Enviamos un pedido oficial con el trayecto de la caravana, solicitando protección. Hablamos con el comando de la Polícia Militar. Pero en realidad no tenemos protección. El nivel de violencia y odio llegó a tal punto que necesitamos una reacción de las autoridades de este país. ¿Vamos dejar que la política se vuelva un tiroteo? Hay un evento mañana en la ciudad de Curitiba y me gustaría saber el nivel de seguridad de las personas que estarán allá. ¿Somos un país democrático o no?”, declaró Hoffman en rueda de prensa realizada tras el atentado.
Representantes del Colectivo de Abogadas y Abogados por la Democracia (CAAD) entregarán a la Fiscalía General denuncias sobre los crímenes practicados contra la Caravana de Lula en la región sur del país. El CAAD también está elaborando una denuncia de negligencia policial que será entregada a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Otra versión
Brasil de Fato contactó a la Polícia Militar de Paraná que informó estar realizando vigilancia preventiva de seguridad en todos los sitios donde tendrán lugar manifestaciones favorables o contrarias a la visita del ex mandatario, incluso en el lugar del acto de cierre de la Caravana, una plaza pública en el centro de la ciudad de Curitiba, capital de Paraná. “La polícia está lista para actuar en caso de ser necesario”, afirmó la asesoría de la institución.
La policía además declaró que otras instituciones están involucradas en la estrategia de seguridad y que las investigaciones sobre los ataques a la Caravana son de responsabilidad de la Policía Civil y de la Policía Federal.
De acuerdo con la asesoría de Lula, Paraná fue el único estado de la nación que no ofreció escolta policial para la comitiva de Lula en la caravana.
Edición: Thalles Gomes | Traducción: Luiza Mançano