"Vemos a los militares opinando a favor de las privatización en Brasil. Es algo sorprendente". dijo el ex ministro de Relaciones Exteriores y de Defensa en los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff, respectivamente, en entrevista exclusiva con Brasil de Fato.
Celso Amorim se refiere a las declaraciones recientes del general brasileño Sérgio Westphalen Etchegoyen, jefe de Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia de la República, que defendió el paquete de privatizaciones anunciado por el presidente golpista, Michel Temer.
Sin embargo, Amorim señala que la cuestión más preocupante no es la defensa de las privatizaciones, sino que personas del alto mando del Ejército opinen públicamente sobre política.
Otro posicionamiento polémico por parte de los militares generó una gran repercusión en los noticieros de Brasil en los últimos días. El general de Reserva del Ejército Antonio Hamilton Mourão declaró que las Fuerzas Armadas consideran una intervención militar en el país, lo que generó un amplio debate público sobre el tema.
"Eso es muy grave", dice el ex ministro. Para él, la respuesta del comandante del Ejército, Eduardo Villas Bôas, que no castigó a Mourão, fue insatisfactoria. "Se trata de un caso grave, no puede quedar en la ambigüedad", añadió.
Además de la ausencia de castigo, Villas Bôas también justificó la postura de Mourão diciendo que según la Constitución "el Ejército se dedica a la defensa de la patria y de las instituciones. Esta defensa podrá ocurrir por decisión de uno de los poderes o ante la inminencia del caos".
El primer punto, destaca Amorim, es que la Constitución no dice eso. La Carta Magna señala: Las Fuerzas Armadas "se destinan a la defensa de la patria, a la garantía de los poderes constitucionales y, por iniciativa de cualquiera de ellos, de la ley y del orden". Redactado al fin de la dictadura militar, el texto deja, de hecho, margen para interpretaciones: "La Constitución abrió una brecha", añade.
Dice Amorim que en el actual escenario el factor militar tiene peso. Al retomar lo dicho por Villas Bôas, que sugiere una intervención ante el "caos", el diplomático cuestiona: "¿Qué es el caos? Muchas personas pueden pensar que hoy vivimos en el caos [debido al escenario político actual], pero ¿Quién decide qué es el caos?, ¿Quién juzga eso?.
Ante tal situación e indagado sobre la posible inminencia de una intervención militar, Amorim observa que hay un cambio de actitud: "en otros momentos, el propio Villas Bôas dijo que la salida para el caos, para la grave situación que vivimos en Brasil, era la convocatoria de elecciones anticipadas. Esa tiene que ser la salida, no otra".
Edición: Luiz Felipe Albuquerque | Traducción: Luiza Mançano