El Senado aprobó el martes (29), en el primer turno, la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 55, que prevé el congelamiento de los gastos públicos federales por 20 años. El resultado de la votación fue 61 votos a favor y 14 en contra. El segundo turno de la votación tendrá lugar el día 13 de diciembre.
Los debates que antecedieron a la votación, en primer turno, de la propuesta en el Senado demarcaron las posiciones de la base del gobierno no electo de Michel Temer (PMDB) y de la oposición. Este martes (29), legisladores contrarios al proyecto criticaron en la Plenaria el hecho de que no se habilitó el acceso a las galerías de la Casa a los representantes de manifestantes que realizaron as protestas en Brasília, capital federal.
Defendida por el gobierno Temer, la propuesta ya fue aprobada en la Cámara de Diputados. Parlamentarios de la oposición, contrarios a la PEC, defienden cambios, como la alteración de el plazo de vigencia – que en el texto original establece 20 años – y una consulta a la población para que ella tenga validad.
Críticas
Parte de la oposición alega que la PEC viola los derechos y garantías fundamentales previstos en la Constitución, afectando áreas como la salud y la educación pública.
Eunício Oliveira (PMDB-CE) fue responsable por leer el informe de la PEC en la Plenaria del Senado. Según su parecer, rechazó los argumentos de la oposición, afirmando que el llamado “nuevo régimen fiscal” no ofendería “cualquier principio o regla constitucional”.
Parte de la base del gobierno, senadores como Aloysio Nunes (PSDB-SP) y Ronaldo Caiado (DEM-GO), también afirmaron que la PEC no tendrá efectos sobre la salud y la educación.
Del otro lado, la oposición recordó que, si no hay intensiones de cambiar la dirección de las inversiones públicas, no habría necesidad de alterar la Constitución. Randolfe Rodrigues (Rede –AP) señaló que, excepto Singapur y Georgia, ningún otro país estableció limitaciones fiscales en sus constituciones.
“Esta medida va a profundizar el proceso recesivo en el que estamos. Los porcentajes mínimos para salud y educación no serán cumplidos”, dijo Rodrigues.
Roberto Requião (PMDB-PR) afirmó que la PEC es una “ burrada monumental”, cuyos impactos llevarán a una “intensa crisis social”. João Capiberibe (PSB-AP) apuntó que existen alternativas a las medidas de la propuesta, recordando, entre otras cosas el nivel de evasión fiscal en Brasil: “Hay R$ 508 mil millones [USD 149 mil millones] evadidos en el país. Un cuarto resolvería el problema del déficit”.
Golpe y represión
“La PEC es la continuidad del golpe. El golpe no era solo sacar a Dilma, era atacar los derechos sociales. Están rompiendo la CLT [Consolidación de las Leyes del Trabajo]”, criticó Lindbergh Farias (PT-RJ), en referencia a las reformas laborales prevista por el gobierno. “ No hay nada para los ricos. Es un ajuste hecho encima de los pobres. ¿Tasación de las grande fortunas? ¿Sobre rendimientos? Nada. Estamos rompiendo el pacto social del 88.
Farias fue uno de los senadores que más protestó corta la imposibilidad de la población no poder acompañar los debates y la votación en las galerías del Senado; y, afirmó también que esta Casa debería estar concentrada en discutir la crisis provocada por el escándalo que envuelve al ex ministro Geddel y al propio Temer.
“Volvimos a la época de la dictadura, cuando el Parlamento estaba cerrado al pueblo”, afirmó Vanessa Grazinotin (PCdoB- AM). “Esta enmienda constitucional es la peor cosa que el parlamento votó en los últimos tiempos. Si fuese una mera medida de enfrentamiento a la crisis, no sería una enmienda constitucional, con un plazo de veinte años”, completó.
Gleisi Hoffmann (PT-PR) apuntó de forma crítica que el Senado no tiene legitimidad para votar la PEC. Ella defiende cortes en gastos parlamentarios: en los propios salarios, recursos para viajes y planes de salud.
“Nosotros saldremos de aquí con planes de salud vitalicios. Yo les hago el desafío: quiero que el presidente Renan proponga en votación en este momento la reducción del 20% de nuestros salarios. ¿Quién sabe no tenderíamos algo de moral para votar esta PEC?”, dijo Hoffman.
Según ella, la forma como los debates se dieron indican, sobretodo, la ilegitimidad de la propuesta: “No tiene justificativa para dejar a la población fuera de la plenaria, siendo reprimida en la Plaza de los Tres Poderes. Si hay tanta convicción de que la población apoya esta medida, ¿Por qué el pueblo no puede estar aquí?”, finalizó.
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Traducción: María Julia Giménez
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