En Grajaú, extremo sur de São Paulo, las mujeres de la Ocupación Jardim Gaivotas son símbolo del empobrecimiento y de la falta de perspectiva de ingresos después del fin del auxilio de emergencia.
"Acabó con nuestra vida. Hoy tenemos para comer, mañana no sabemos. Hoy comemos el almuerzo para tener cena. O ni comemos para dejar para a nuestro hijo comer. Porque es muy malo que su hijo le pida leche y no tener para darle", cuenta la desempleada Erika Aparecida Severino, que sobrevive de donaciones para alimentar a seis hijos.
Según encuesta reciente de Datafolha, 69% de los brasileños atendidos por el auxilio de emergencia en 2020 aún no consiguieron obtener otra fuente de ingreso después de diciembre.
El beneficio de R$ 600 (US$ 112) llegó a más de 126 millones de personas, lo que representa 60% de la población brasileña, según el Ministerio de la Ciudadanía. De acuerdo con la Fundación Getúlio Vargas, de mayo a diciembre, 15 millones de brasileños dejaron la extrema pobreza por causa del beneficio.
En medio de la escalada de muertes por la covid-19, el gobierno federal no confirma a el retorno del beneficio, a pesar de la presión del Congreso Nacional, de movimientos populares y de la sociedad civil.
¿El auxilio va a volver?
La noche del jueves (4), el ministro de Economía, Paulo Guedes, llegó a considerar la posibilidad del retorno del auxilio de emergencia, durante encuentro con el nuevo presidente del Senado, Rodrigo Pacheco (DEM-MG). La retomada, no obstante, depende de reformas y contemplaría solamente la mitad de los beneficiarios.
“No se porque no dejaron el auxilio. Estaba ayudando a mucha gente. Estaba siendo una buena ayuda para mí. Ayer mismo mi hijo que está de leche, ya no tenía. Fui donde dona Ana a pedir. Ayer por la noche fui atrás de un paquete de azúcar que no tenía. Hoy el pidió naranja, ya no tenía para darle. Pide banana. Yo hasta lloro, porque no tengo para darles”, lamenta la auxiliar de limpieza Aline Bispo dos Cantos.
La joven madre de 27 años, también desempleada, sobrevive hoy del Bolsa Familia para alimentar cinco niños. En 2020, todos los beneficiarios del programa fueron incluidos en el pago del auxilio de emergencia.
“Este mes ahora yo recibí el Bolsa Familia de 160 reales (30 dólares). Pero sólo que, como yo compro cosas fiadas, yo tuve que pagar el mercado. Me quedaron sólo como 50 reales (9,3 dólares) para seguir comprando pan”, relata.
Bolsa Familia desfasado
El defase del Bolsa Familia, sin actualización de los valores, viene aumentando la vulnerabilidad de las familias, como señala Leandro Teodoro Ferreira, presidente de la Red Brasileña de Renta Básica.
“Los aumentos del Bolsa Familia en los últimos años no fueron suficientes para reponer la inflación. En 2017 y 2016 ya estaban por debajo de lo que era necesario", resalta Ferreira.
"Ahora tenemos una situación en que incluso si las familias son habilitadas a recibir el programa, tal vez no sea lo suficiente para que ellos manutengan su dignidad en un escenario de tamaña dificultad como el impuesto por la pandemia."
En el presupuesto de 2021, el gobierno federal llegó a señalar la reestructuración y reajuste del programa, con el aumento de 5.500 millones de reales (US$ 1.000 millones) en relación a 2020. El presupuesto, sin embargo, aún no fue aprobado por el Congreso Nacional.
Actualmente, cerca de 1,4 millones de familias están en la fila para entrar en el programa – a pesar de haberse registrado ya en el Ministerio de la Ciudadanía.
El último reajuste en el Bolsa Familia fue de 5,6% y concedido en el gobierno Temer, en 2018. En 2020, solamente la inflación de alimentos, de acuerdo con el Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (DIEESE), fue de 14,09%.
"Cuanto más pobre muera, mejor"
Ana María Gomes Santos es quien organiza las pocas donaciones que hoy llegan para las 200 familias en el Jardim Gaivotas, situada en área densamente ocupada en las márgenes de la Represa Billings. Ella relata el drama de quien hoy sólo puede recurrir al Bolsa Familia (programa federal de transferencias monetarias condicionadas) para los gastos de la casa.
“¿Cómo es que una familia sobrevive con 160 reales de Bolsa Familia con 5 niños?", cuestiona.
"Desgraciadamente ellos creen que no servimos para nada, pero servimos para lavar sus baños, para cocinar para ellos, servimos para lavar, para planchar, para cuidar a sus hijos, esa es la clase que necesitan. Y ni eso estamos consiguiendo hacer más, porque no hay más empleo”, relata la líder, que se demoraba 3 horas en llegar a la casa de su patrona, en el barrio da Saúde, antes de ser dispensada sin ninguna remuneración.
También doméstica autónoma, Maria Raimunda Pereira teme salir a las calles debido al virus: “Tres [hijos] míos tienen problemas respiratorios. Cuanto mas pobre muera para ellos, mejor. Todo lo que sea para nosotros los pobres, que ellos pudieran borrar, para ellos es mucho mejor", lamenta la trabajadora.
Pereira precisa garantizar el sustento de cuatro niños y relata la dificultad que enfrenta para comprar alimentos debido al aumento de los precios. "Aquí es 87 reales (16 dólares) el gas. Usted compra el gas, compra el arroz, el frijol, y se acabó el dinero", señala.
"El arroz está un absurdo, el frijol también está caro. Incluso si usted recibe un poco de la canasta, ellos no dan una canasta para pasar un mes, es quince días, una semana. No es sólo un niño. Son cuatro y yo."
Otro lado
Consultado por Brasil de Fato sobre la posibilidad de retorno del auxilio de emergencia, el Ministerio de Economía respondió que no comentará sobre el asunto. Hasta el cierre de este reportaje, el Ministerio de la Cidadania no envió su posicionamiento.
Edición: Leandro Melito