El control territorial del paramilitarismo ya superó al del narcotráfico en el municipio de Río de Janeiro. El grupo armado controla el 58,6% de las zonas de la ciudad. Estos datos fueron presentados en un estudio realizado por el Grupo de Estudio de Nuevos Ilegalismos (GENI/UFF), por el datalab Fuego Cruzado, el Núcleo de Estudios de la Violencia de la Universidad de São Paulo (USP), la plataforma digital Pista News y Disque-Denúncia [servicio telefónico para realizar denuncias] a partir de las denuncias recibidas en 2019.
El estudio "Mapa de fuerzas irregulares en Río de Janeiro" analizó 38.887 denuncias que, tras un proceso de selección, se redujeron a 10.206. Según Daniel Hirata, profesor de sociología y coordinador del GENI/UFF, el estudio ofrece un importante panorama para que los gestores públicos y los investigadores comprendan el avance del paramilitarismo en la capital de Rio de Janeiro.
"El paramilitarismo ya tiene un punto de ocupación más grande que el narcotráfico (...) y opera en la frontera entre la legalidad y la ilegalidad, y a la connivencia y tolerancia de los poderes públicos", explicó a Brasil de Fato.
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Metodología
Según el estudio, para definir el control de cada grupo armado en una zona determinada, primero se creó un "diccionario" de términos presentes en las denuncias y luego se definieron tres criterios agregando esos términos: control territorial, control social y actividades de mercado. La combinación de estos criterios permitió caracterizar una zona como controlada por la facción A, B o C o por paramilitares.
En el caso de la presencia de diferentes grupos armados en el mismo territorio, los investigadores determinaron un protocolo que seguía el porcentaje de denuncias de cada grupo para determinar la presencia de un grupo armado determinado o la caracterización de esa zona como "en disputa".
La publicación del estudio, realizada el pasado lunes (19), en el contexto de las elecciones parlamentarias en Brasil, tiene por objetivo, según Hirata, poner en la agenda política la urgencia de las medidas por parte de los poderes públicos que sean eficaces en la lucha contra las fuerzas irregulares.
"Hay medidas no represivas que pueden contribuir mucho al enfrentamiento del paramilitarismo, como la reglamentación del mercado de la tierra, del mercado inmobiliario, la compra y venta de propiedades, el transporte público. La regulación de estos mercados es fundamental para hacer frente a estos grupos, porque las políticas represivas que ya eran ineficaces para hacer frente a las facciones del narcotráfico son aún más ineficaces para hacer frente al paramilitarismo", añadió.
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Fonte: BdF Rio de Janeiro
Edición: Mariana Pitasse