“Estoy seguro de algo, somos un pueblo emocionado y contamos con las Fuerzas Armadas por ley”, afirmó Bolsonaro al participar de un acto organizado por sus seguidores el último domingo (03) por la tarde, en Brasília, capital del país.
Una vez más, el autoritarismo y agresividad de Jair Bolsonaro prevalecieron entre sus partidarios. En un acto anti democrático, en el cual docenas de personas protestaron en frente al Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo, para exigir el cierre del Congreso y de la Corte Suprema, periodistas fueron agredidos a golpes y patadas por seguidores del Presidente de la República.
El acto, que contó con la presencia del mandatario ultraderechista y su hija menor, Laura, de nueve años, tuvo lugar en el Día Mundial de la Libertad de Prensa y resultó en palizas contra los trabajadores de la prensa. El fotógrafo Dida Sampaio, del diario nacional Estadão, y el conductor de su personal, Marcos Pereira, fueron los primeros blancos de la violencia. Fabio Pupo, periodista de Folha de S. Paulo y Nivaldo Carboni, del medio Poder 360, también sufrieron agresiones físicas. Todos salieron escoltados y se encuentran bien.
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Líderes del país rechazaron los ataques, así como el discurso bélico y absolutista del mandatario.
En un comunicado enviado a la prensa, la magistrada Carmen Lúcia, del Supremo Tribunal Federal (STF), expresó su rechazo al acto.
“Es inadmisible e inexplicable que en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, aun haya ciudadanos que no comprendieron que el papel de la prensa es lo que nos permite ser libres y que garantiza la libertad de expresión, sin la cual no hay dignidad. Y no hay libertad sin informarse sobre lo que pasa. Este papel la prensa lo cumple con maestría, por su deber y por garantizar la libertad de cada uno de nosotros”.
Rodrigo Maia, presidente de la Cámara de Diputados, también comentó las acciones de Bolsonaro y de sus seguidores.
“Ayer amenazaron a enfermeras. Hoy agredieron a periodistas. Mañana atacarán a la cualquiera que sea contrario a su visión de mundo. Cabe a las instituciones democráticas imponer el orden legal a ese grupo que confunde hacer política con practicar el terror. Expreso mi solidaridad a los periodistas y profesionales de la salud agredidos. Que la Justicia sea rápida para castigar a esos criminales. En Brasil, desgraciadamente, combatimos el coronavirus y el virus del extremismo, cuyo peor defecto es ignorar la ciencia y negar la realidad”.
El mandatario no comentó las agresiones perpetradas por sus seguidores.
Edición: Ítalo Piva