Jair Bolsonaro (sin partido) criticó las medidas de aislamiento social determinadas por los gobernadores de diversos estados brasileños y afirmó que los medios generan pánico e histeria en la sociedad brasileña al hablar sobre el coronavirus.
En sus palabras, las autoridades estaduales y municipales deberían abandonar el aislamiento y regresar a la normalidad. Él cuestionó los motivos para el cierre de escuelas, afirmó que el virus solo afecta a los mayores de 60 años y volvió a decir que hay que garantizar empleos durante la crisis.
Estas declaraciones fueron brindadas en cadena nacional de radio y televisión el pasado martes (24) por la noche. Durante su pronunciamiento, el mandatario ultraderechista afirmó que la prensa exagera al hablar sobre la pandemia desde el escenario en Italia.
“Difunden el pavor basándose en el gran número de víctimas en Italia, un país con un gran número de ancianos, con un ambiente totalmente diferente del nuestro. Un escenario perfecto, potencializado por los medios para que difundan una verdadera histeria en nuestro país”.
Bolsonaro aún afirmó que Dios capacitará a los científicos para que encuentren la cura del coronavirus y volvió a firmar que la pandemia no es más que una “gripecita” y que un 90% de las personas serán infectadas pero no presentarán síntomas.
Nuevamente, el mandatario afirmó creer que medicamentos a base de cloroquina pueden curar la covid-19, aunque su eficacia no haya sido comprobada. La medicina utilizada en el tratamiento de lupus y malaria desapareció de las repisas de las farmacias después que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, divulgó un supuesto caso exitoso de tratamiento con cloroquina.
El último lunes (23), una pareja estadounidense falleció después de hacer uso del fosfato de cloroquina. Según la National Public Radio (NPR), las muertes ocurrieron treinta minutos después de la ingestión de la medicina.
La pandemia del coronavirus ya causó más de 16.500 muertes en todo el mundo y más de 382.000 personas fueron contaminadas. Brasil tiene 2.201 casos confirmados de la covid-19, con 46 muertes.
Aislamiento político
Gobernadores, líderes de partidos en el Congreso Nacional y los presidentes de la Cámara y del Senado criticaron la posición del presidente y el tema del impeachment empezó a ganar fuerza entre diversos espectros políticos.
El presidente del Senado Federal, Davi Alcolumbre (del partido Demócratas, de derecha) foi uno de los primeros en manifestarse públicamente sobre el pronunciamiento de Bolsonaro. En una nota firmada junto con el vicepresidente del Senado, Antonio Anastasia (del Partido Socialdemocrático, de centro), calificaron como “grave” el discurso del mandatario y afirmaron que el país necesita a “un líder serio, responsable y comprometido con la vida y la salud de la población”.
“Reafirmamos y aseveramos: no es un momento de atacar a la prensa y a otros gestores públicos. Es un momento de unión, serenidad y equilibrio, de escuchar a los técnicos y profesionales del sector para tomar las precauciones y cuidados necesarios en el control de la situación antes que sea tarde”, declararon.
El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia (también del partido Demócratas) alabó la posición de Alcolumbre y afirmó en sus redes sociales que el “mandatario se equivoca al atacar la prensa, a los gobernadores y a los especialistas en salud pública” y avisó que desde el comienzo de la crisis está “exigiendo sensatez, equilibrio y unión”.
Los integrantes de la minoría en la Cámara de Diputados divulgaron una nota este miércoles (25) en repudio al discurso del presidente. En el documento, los diputados afirman que el mandatario pone en riesgo la vida de miles de brasileños.
El líder de la minoría en la Casa, José Guimarães, del Partido de los Trabajadores (PT) afirmó que hay que aislar al mandatario. “Su discurso es una total y extraordinaria irresponsabilidad en la gestión política del país. Expone a la población la dramaticidad de la ausencia de coherencia en el trato de la crisis más grande que Brasil enfrentó en los últimos años, según las diversas autoridades sanitaristas del país y el propio ministro de Salud”.
El último martes por la noche Jair Bolsonaro fue blanco de un cacerolazo realizado por el octavo día consecutivo en el país en rechazo a su posición ante la crisis social y sanitaria desatada por la pandemia del nuevo coronavirus.
Edición: Rodrigo Chagas