Ha cambiado todo y nada. Hace un mes, el 9 de junio, The Intercept Brasil divulgó los tres primeros reportajes de una serie periodística sobre la operación Lava Jato. “Los mensajes secretos de Lava Jato”, dictaron un nuevo y agitado episodio político y afectaron significativamente la comprensión sobre la operación y la imagen del ex juez Sergio Moro. Sin embargo, hasta el momento la Fiscalía General de la República y las instancias del Poder Judicial no señalaron que investigarán las filtraciones.
Los reportajes producidos a través de archivos inéditos, resultado de una filtración con fuente anónima, expusieron la actuación política y parcial del actual ministro de Justicia en conjunto con el fiscal Deltan Dallagnol, que coordinó la fuerza de tarea de la Operación Lava Jato. La primicia trajo a la luz diálogos privados en la aplicación de mensajes Telegram entre 2015 y 2018 que evidencian la articulación y cooperación entre el juez y el fiscal.
A lo largo del último mes, el diario publicó once reportajes, inclusive un editorial acerca de los motivos que llevaron el equipo periodístico coordinado por el periodista estadounidense Gleen Grenwald a divulgar el contenido exclusivo.
Algunos de los reportajes fueron divulgados en sociedad con medios comerciales como el periódico Folha de S. Paulo, la revista Veja y la emisora Band News, lo que garantizó una repercusión más amplia de los hechos.
El comienzo
Según el primer reportaje divulgado por The Intercept, el entonces juez de primera instancia Sergio Moro colaboró ilegalmente con los fiscales en la articulación de la acusación contra Lula. Moro sugirió a Dallagnol cambiar el orden de las fases de la operación, reclamó agilidad en nuevas operaciones, le brindó consejos estratégicos e indicios informales sobre la investigación.
Los primeros reportajes también señalaron que Dallagnol demostraba estar inseguro con relación a la acusación que culminó en el encarcelamiento del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva en abril de 2018.
Los reportajes también revelaron discusiones y conversaciones internas entre los fiscales de la Operación, que comentaban abiertamente sus deseos y estrategias para impedir una victoria electoral del Partido de los Trabajadores (PT) en las últimas elecciones presidenciales, como, por ejemplo, impedir que Lula da Silva concediera una entrevista.
Las filtraciones ponen en jaque el “heroísmo” de Sergio Moro y de las investigaciones, no solo para la izquierda del país que desde hace años denuncia que el juez ha actuado de modo parcial.
Bajo presión, el actual ministro del gobierno de Jair Bolsonaro compareció a una audiencia en la Comisión de Constitución y Justicia del Senado el 16 de junio para rendir explicaciones.
Durante la audiencia, Moro utilizó la expresión “hackers criminales” varias veces y ha insistido en la tesis de que los mensajes fueron obtenidos ilícitamente. Él también cuestionó la autenticidad de los diálogos divulgados y restó importancia a su contenido.
Pese a la divulgación de nuevos contenidos durante semanas y el rol de otros medios, los seguidores de Sergio Moro y de la operación Lava Jato siguen fieles a los argumentos del ex juez y acusan a The Intercept Brasil de manipulación para manchar la historia de la fuerza de tarea y de la actuación de Moro.
Para contestar a esta y otras acusaciones públicamente, el periodista Glenn Greenwald, fundador del diario, participó de una audiencia pública en la Comisión de Derechos Humanos y Minorías en la Cámara de Diputados el 25 de junio.
Greenwald criticó el comportamiento de Moro, de Dallagnol y otros fiscales. Según él, se desmantelaron los límites entre juez y fiscal, entre Justicia y acusación.
“El contenido mostró que Sergio Moro irrespetó el Código de Ética varias veces. Él fue el jefe de la fuerza de tarea de la Lava Jato, el jefe de los fiscales y fingió ser neutral. Eso es un proceso totalmente corrupto”, denunció Glenn.
Los diálogos divulgados hasta el momento revelan una cooperación estrecha entre el juez y los fiscales. En una de las conversaciones Moro propone a los fiscales divulgar una nota para responder al “show de la defensa” durante una de las declaraciones de Lula.
Uno de los reportajes, producido junto con el diario Folha de S. Paulo demostró que los fiscales se articularon para proteger a Moro y evitar que las tensiones entre él y la Corte Suprema pudieran impedir las investigaciones.
Cuando Moro recibió la invitación para comandar el Ministerio de Justicia del gobierno de Bolsonaro, los fiscales -- en conversaciones particulares -- expresaron frustración y desconfianza. Ellos lo criticaron por actuar en defensa de un interés político y personal. En esos diálogos los fiscales reconocen que Moro infringe sistemáticamente los límites de la magistratura.
“Moro siempre viola el sistema acusatorio y es tolerado por sus resultados”, escribió la fiscal Monique Cheker una hora antes de que el ex juez anunciara haber aceptado la invitación presidencial para ser ministro. Los integrantes aun comentaron que, al aceptar ser ministro, Moro ponía en jaque la legitimidad y el “legado” de la operación.
Jefe de la operación
Al comienzo de junio, periodistas de la revista Veja y del diario The Intercept divulgaron contenidos inéditos después de analizar 649.551 mil mensajes filtrados por una fuente anónima.
“Palabra por palabra, los mensajes analizados por nuestro equipo son verdaderos y la investigación muestra que el caso es aun más grave. Moro ha cometido irregularidades”, afirman los periodistas.
La revista, que ya publicó algunas notas en defensa de Moro en repetidas ocasiones, asevera que el ministro de Justicia actuó como “jefe de la Fiscalía General, una posición incompatible con la neutralidad que se espera de un magistrado”.
Corte Suprema
“Los mensajes secretos de la Operación Lava Jato” también implican a magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF). Leandro Demori, editor de The Intercept Brasil, reveló al periodista Reinaldo Azevedo, de Band News, fragmentos de conversaciones en que el fiscal Dallagnol celebra el apoyo del magistrado Luiz Fux a la Operación Lava Jato después de un diálogo privado entre los dos. Según los mensajes, el magistrado habría alabado la actuación de Moro que, a su vez, celebró: “In Fux we trust”, declaró el ex magistrado.
Más recientemente, el reportaje divulgado por el diario Folha de S. Paulo también demostró que en conversaciones en Telegram con otros colegas de la Fiscalía, Dallagnol comenta sobre una cita con el magistrado Edson Fachin. “Estimados, hablé con Fachin durante 45 m. Aha uhu, Fachin, uno de los nuestros”, celebró el fiscal en junio de 2015. Fachin pasó a ser el relator de la Operación Lava Jato en el Supremo en enero de 2017 tras la muerte del magistrado Teori Zavascki en un accidente de avión.
Próximos capítulos
Glenn Greenwald y Leandro Demori garantizan que todavía hay mensajes inéditos que serán divulgados. Hay una gran expectativa sobre cómo las filtraciones pueden impactar la condena del ex mandatario Lula da Silva, considerada la “gran victoria” de los fiscales de la fuerza de tarea y del Ministro de Justicia.
El 25 de junio la segunda sala del Supremo Tribunal Federal pospuso para el segundo semestre el análisis del habeas corpus presentado por la defensa del ex presidente. Los abogados de Lula piden anular el caso debido a la parcialidad del ex magistrado.
Tras las filtraciones, el argumento de la defensa se intensificó. Una medida cautelar para conceder la libertad provisional a Lula mientras la corte no analiza el habeas corpus fue rechazada por 3 votos a 2. Votaron a favor los magistrados Gilmar Mendes y Ricardo Lewandowski. Edson Fachin, Celso de Mello y Carmen Lúcia votaron en contra.
Para el jurista Geraldo Prado, la Fiscalía General de la República debería investigar el caso y la veracidad de los mensajes pues las informaciones divulgadas son graves.
“En cualquiera país civilizado, [las filtraciones] ya serían suficientes para declarar la nulidad de los procesos e investigar la responsabilidad de esas personas. Son informaciones que señalan una parcialidad judicial que tiene consecuencias procesales. Vuelve nulos los procesos donde esos actos fueron practicados y lamentablemente desvalorizan la justicia criminal”, argumenta.
Para el periodista Rodrigo Vianna, las filtraciones pueden afectar la imagen pública del ministro Sergio Moro. Para él, la actuación del ministro que en otro tiempo había sido un factor de legitimación del presidente Jair Bolsonaro, ahora pasa a ser protegido por el ultraderechista.
“Cuando se demuestra que el héroe de la democracia y de la Justicia hace cosas incorrectas - y eso fue evidenciado por el buen periodismo - el tamaño de Moro disminuyó y pasó a ocupar el mismo espacio que Bolsonaro. Hoy, él depende de Bolsonaro para sobrevivir”, concluye el periodista.
Edición: João Paulo Soares | Traducción: Luiza Mançano