Celebrando el alcance de la movilización en el marco del Paro Nacional de la Educación el último miércoles (15 de mayo), cuando un millón de manifestantes organizaron protestas en más de 200 ciudades brasileñas, el movimiento estudiantil ahora tiene el desafío de ampliar las próximas protestas. De este modo, al cierre de la jornada del día 15, la Unión Brasileña de Estudiantes Secundarios (Ubes), la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y la Asociación Nacional de Estudiantes de Posgrado (ANPG) convocaron un segundo paro para el próximo día 30.
La agenda central de la movilización será una vez más el rechazo al recorte de un 30% en el presupuesto para la educación, anunciado por el gobierno de Jair Bolsonaro (PSL) a fines de abril.
Marianna Dias, presidenta de la UNE, afirma que el paro de todos los institutos y universidades federales fue “un día histórico y victorioso”, “una de las mayores movilizaciones” del último periodo en Brasil.
“Convocamos otra movilización nacional para demostrar que nuestra lucha apenas comienza, que seguirá hacia la conquista de nuestro objetivo, revertir los recortes. Tenemos fuerza”, asevera
Matias Cardomingo, estudiante de maestría en Economía y coordinador de la Asociación de Estudiantes de Posgrado (APG) de la Universidad de São Paulo (USP), explica que en las próximas semanas los investigadores realizarán una serie de actividades para “resignificar la universidad” ante la opinión pública y estrechar “la relación entre la academia y la sociedad, no solo por la movilización”.
La estrategia de los estudiantes es conectar el senso común sobre la “defensa de la educación” con la lucha concreta de las instituciones de enseñanza que que están en la mira de del actual gobierno financiera y políticamente.
“Lo que hemos visto es que la educación conmueve la sociedad de forma más amplia. Vamos a empezar algunas movilizaciones para llevar las investigaciones que son realizadas acá [en la universidad] para las escuelas públicas, y también vamos a organizar caravanas para que las personas conozcan la USP”, explica.
Más allá de las iniciativas del movimiento estudiantil brasileños, que intenta acercar a los familiares de docentes y estudiantes a sus estudiantes, las recientes declaraciones del mandatario ultraderechista acerca de los protestos también tienen incendiado el escenario. El último jueves (16), partidarios de Bolsonaro declararon a la prensa que les preocupan el modo como el mandatario calificó a los manifestantes -- “idiotas útiles” e “imbéciles” -- pues puede generar reacciones masivas, aumentando el alcance popular del movimiento contra el gobierno.
Edición: Daniel Giovanaz | Traducción: Luiza Mançano