Presionado una vez más por la bancada ruralista [como se conoce al Frente Parlamentario Agropecuario], que ahora reclama acciones del gobierno por su apoyo durante la campaña presidencial, el mandatario derechista Jair Bolsonaro enviará al Congreso Nacional una propuesta para perdonar las deudas de empresas del agronegocio con el Fondo de Asistencia al Trabajador Rural (FUNRURAL por sus siglas en portugués), de la Seguridad Social.
La Abogacía General de la Unión (AGU), la Procuraduría General de la Hacienda Nacional (PGFN por sus siglas en portugués) y la Secretaría de Ingresos Federales de Brasil ya alertaron sobre el riesgo de crimen de responsabilidad en la decisión. El gobierno enfrenta resistencia incluso dentro de su equipo económico.
Aún así, Bolsonaro reanudará la propuesta de un proyecto de 2017, de autoría del diputado ruralista Jerônimo Goergen (Partido Popular), que tramitó durante el gobierno de Michel Temer (Movimiento Democrático Brasileño). El texto propone perdonar las deudas del FUNRURAL, la contribución a la seguridad social del sector empresarial. El valor del desfalco alcanza la cifra de aproximadamente US$ 4.400 millones.
En 2017, el gobierno Temer renegoció y dividió en cuotas esas deudas, con descuentos significativos. Sin embargo, la bancada ruralista insiste en un perdón fiscal. Y los parlamentarios utilizan el tema para canjearlo con el gobierno federal por apoyo en el Congreso en otros temas importantes, como la reforma de las Pensiones.
“Injusto y absurdo”
Marcos Rochinski, coordinador general de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Agricultura Familiar (CONTRAF), critica la medida y afirma que la propuesta es “injusta” con la sociedad brasileña y con la agricultura familiar.
“Creemos que es absolutamente absurdo votar y conceder estos beneficios en este momento, sobre todo porque el gobierno convoca a la sociedad, principalmente el sector rural, a arreglar los presupuestos con recortes en programas sociales. Entonces nos parece absurdo conceder beneficios para un sector que a lo largo de la historia de nuestro país se benefició enormemente”, critica Rochinski.
El sindicalista recuerda que hubo recortes en otros subsidios, como en los programas sociales de la agricultura familiar, en el programa Minha Casa, Minha Vida [Mi Casa, Mi Vida], para viviendas en el campo, bajo el argumento de que hay un “agujero fiscal” en las cuentas públicas.
“Nuestro país funciona a través de acuerdos y favores políticos. Y sabemos que en este momento de importantes votaciones, sobre todo de la reforma de las Pensiones, la bancada ruralista, como hizo en todos los gobiernos, apostará por sus intereses, cambiar votos por algún beneficio”, dice el sindicalista.
Él también explica que la medida está relacionada solo con los aportes de empresas agrícolas, ya que la recaudación de los pequeños agricultores se basa en la comercialización de su producción. Pero el agronegocio crea una confusión, según él, para argumentar que el sector estaría contribuyendo dos veces a la Seguridad Social y que la medida va a beneficiar la agricultura familiar.
Sin embargo, la afirmación no es verdadera, como señala el coordinador de la CONTRAF. “El año pasado, cuando el gobierno de Temer tramitaba ese proyecto, había un discurso disimulado de que serían perdonadas las deudas de los agricultores familiares. Y trabajamos para decir que no, que son cosas totalmente diferentes: una cosa es renegociar las deudas agrícolas y otra cosa es conceder beneficios en cuestiones de seguridad social”, afirma Rochinski.
También otras entidades del campo, como el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) están contra la medida.
El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia (Demócratas), declaró que Bolsonaro solicitó que el proyecto de perdón fiscal del FUNRURAL sea votado con carácter de urgencia, es decir, en los próximos 45 días.
Edición: Aline Carrijo | Traducción: Luiza Mançano