Este viernes, 22 de marzo, tendrán lugar protestas y acciones que forman parte de la Jornada Nacional de Lucha en Defensa de las Pensiones en más de 126 ciudades de Brasil. La resistencia está organizada por diez centrales sindicales y los Frentes Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo.
En febrero, el gobierno de Jair Bolsonaro envió al congreso brasileño el Proyecto de Ley de reforma de las Pensiones que representa el desmantelamiento de la Seguridad Social Pública, el fin de las jubilaciones y de la protección social para las personas mayores, jubilados y personas con discapacidades.
A su vez, la propuesta de reforma, que el gobierno llama de “Nueva Seguridad Social”, crea un sistema de capitalización individual de pensiones y un fondo multimillonario que serán administrado por bancos privados.
“Es lo siguiente, entregan todo a los bancos, solo los empleados pagarán [las contribuciones] y patrones y el gobierno no pagarán. Pesará sobre los hombros de los empleados”, dijo Ubiraci Dantas Oliveira, alias Bira, presidente de la Central General de Trabajadores (CGTB).
Además, las empresas no tendrán que pagar las contribuciones a los trabajadores jubilados que aún trabajan o pagar la multa de un 40% en el sueldo del Fondo de Garantía [FGTS por sus siglas en portugués] por tiempo de servicio o despido.
La propuesta de cambio en las reglas de las pensiones otorgan un trato especial y más blando con los militares y no hacen ninguna mención sobre el impuesto de las grandes fortunas o un impuesto a los beneficios de empresas altamente mecanizadas con pocos funcionarios.
El Proyecto de Ley también elimina las reglas para jubilación de la Constitución brasileña, lo que podría incrementar aún más la precarización en el futuro.
“Si aprueban el proyecto de ley, cualquier gobierno podrá empeorar las reglas, aumentar el tiempo de servicio, aumentar el tiempo de contribución, reducir el valor de los beneficios - sin tener que cambiar la Constitución o votar en el Congreso - y podrá alterar las regla de jubilación a través de una ley complementar”, explica Edson Carneiro, el Indio, secretario general de la Intersindical - Central de la Clase Obrera.
Las centrales sindicales evalúan que esta será la primera gran movilización de este año contra el desmantelamiento de las Pensiones y que será el combustible para la huelga general en los próximos meses para impedir que se apruebe la reforma, como pasó en abril de 2017, cuando cerca de 40 millones de trabajadores de brazos caídos derrotaron la propuesta de Michel Temer, en una de las más grandes protestas de la historia del país.
Participan de las protestas, las siguientes centrales sindicales: Central Única de Trabajadores (CUT), Fuerza Sindical, Intersindical - Central de la Clase Obrera, Central de Trabajadores de Brasil (CTB), Unión General de Trabajadores (UGT), Nueva Central, Central Sindical y Popular Conlutas e Intersindical - Instrumento de Lucha y Organización de la Clase Obrera.
Edición: Luiz Felipe Albuquerque | Traducción: Luiza Mançano