El número de candidatos indígenas en la disputa electoral de Brasil este año, en comparación al número de candidatos en 2014, es más grande, según los datos estadísticos del Tribunal Superior Electoral (TSE). Son 129 candidatos indígenas inscritos contra 85 en las elecciones de 2014. Los retrocesos del gobierno Temer y la lucha por la demarcación de sus tierras movilizó la participación de más líderes indígenas en espacios políticos y para colaborar con la divulgación de estos candidatos fue creada una plataforma online con información sobre ellos.
Según el TSE, en las elecciones de 2014, de los 85 candidatos que se autoidentificaban como indígenas, lograron inscribir sus candidaturas 74. Para las elecciones de este año hubo 129 registros de candidatos indígenas. Según el levantamiento de la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) hay, hasta el presente momento, 75 indígenas que van a participar en las elecciones, incluso como candidata a vicepresidenta, como es el caso de Sônia Guajajara, que será candidata a ese cargo por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
“La coyuntura actual es muy propicia para visualizar la necesidad de la presencia indígena en el parlamento, sea [en el ámbito estatal o en el federal]. Y ante la coyuntura del golpe [de 2016] esto se volvió muy visible, tanto que el año pasado y este año, hemos conseguido realizar los dos campamentos indígenas más grandes de la historia: reunimos 4 mil líderes indígenas en Brasília para enfrentar los retrocesos de nuestros derechos”, explica Luiz Eloy Terena, asesor de la APIB.
El primer y último representante indígena en la Cámara de Diputados fue el cacique Mário Juruna, de la etnia xavante, elegido por el Partido Democrático Laborista (PDT por sus siglas en portugués) en 1982, que fue diputado entre 1983 y 1986, pero no se reeligió.
Este año, más allá de la mayor participación, hay candidatos que disputarán cargos para gobernador, senador y vicepresidenta, y para cada uno de estos puestos habrá por primera vez mujeres indígenas en la disputa. Entre ellas, está Telma Taurepang, del Partido Comunista Brasileño (PCB). Ella va a disputar el cargo de senadora por el estado de Roraima en el norte del país y cuenta que “de hecho, el protagonismo de la mujer hoy, dentro de la política partidaria, es una novedad”.
Luiz Terena afirma que hacer el contrapunto con la bancada ruralista [representantes del agronegocio] pasó a ser el centro de atención del movimiento, y que tener representantes en el parlamento es un modo de defender los derechos de los pueblos indígenas: “muchos de los derechos de los pueblos indígenas son discutidos y retirados a través del proceso legislativo”.
Violaciones
Según el informe Violencia contra los Pueblos Indígenas - Datos de 2016, producido por el Consejo Indigenista Misionario (CIMI), las violaciones contra los pueblos ancestrales se incrementaron en 2016, año en el cual se instituyó el golpe político-judicial-mediático que destituyó la presidenta Dilma Rousseff y llevó a Michel Temer a la presidencia de la República.
Temer es el presidente con el peor desempeño de demarcaciones de territorios ancestrales. Este año firmó el decreto de homologación del Territorio Indígena Baía dos Guató, de los indígenas Guató en Mato Grosso, durante la semana del Campamento Tierra Libre, que tuvo lugar en Brasilia.
El CIMI señala en el informe que existen 530 territorios que son reivindicadas por las poblaciones indígenas, pero que aun se encuentran sin ninguna providencia administrativa, 53 identificadas y reconocidas por la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) que aguardan una homologación del Ministerio de Justicia y 62 aguardan una firma del presidente. Entre ellas, está el Territorio Indígena de Morro dos Cavalos, en la ciudad de Santa Catarina, región sur de Brasil, donde viven los pueblos ancestrales Guarani Mbya y Guarani Nhandeva.
Eunice Kerexu, de la etnia Guarani Mbya, es candidata a diputada federal. Ella explica que el proceso de demarcación del territorio empezó en 1995, pero solo actualmente está en la etapa final del procedimiento administrativo. En 2017 los ataques a los pueblos indígenas empezaran a intensificarse con incremento de crueldad.
En noviembre la madre de Eunice fue torturada y su mano fue amputada. La familia denunció la violencia, pero hasta el momento su familia no tuvo acceso al resultado del peritaje. La violencia contra el pueblo Guarani Mbya y la lucha por sus tierras motivó su candidatura.
“Después de ese ataque he visto que quienes mandan en la ley son los políticos, porque los ataques vienen de la política. Son los políticos que promueven estos ataques aquí en Palhoça (municipio donde se localiza el territorio indígena), principalmente los de la Cámara municipal. Ellos promueven sesiones y audiencias contra los indígenas que viven aquí, entonces mi ingreso en la política se debe a la defensa del territorio para visibilizar no solo los ataques sino también nuestra lucha”, dice Eunice.
Entre los 129 candidatos registrados para participar en las elecciones de este año, 45 son mujeres, pero a pesar de la conquista, el número de candidatos hombres todavía es mayor. Según los datos del Tribunal Superior Electoral (TSE), el estado de Roraima es el que más candidatos indígenas tiene inscritos, con 20; a continuación Amazonas, con 17, a los que les sigue el estado de Ceará, en la región nordeste, con 10.
En un comunicado oficial, el TSE informó que los datos serán actualizados hasta el lunes, 20 de agosto, pues “después de esta fecha van a ocurrir cambios siempre que la Justicia Electoral niegue la inscripción de un candidato”.
Edición: Juca Guimarães | Traducción: Luiza Mançano