El próximo 26 de junio la segunda sala del Supremo Tribunal Federal de Brasil juzgará una nueva solicitud de libertad, presentada el 5 de junio por la defensa del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde el 7 de abril. El recurso busca suspender los efectos de la condena del ex mandatario, realizada en el mes de enero por el Tribunal Federal de la Cuarta Región.
La sala constitucional está compuesta por cinco jueces. Ellos tendrán que decir si consideran plausible la argumentación de la defensa, y autorizar que la suprema corte analice el recurso. En el pedido, la defensa reafirma su convicción de que han ocurrido diversas irregularidades en el proceso que llevó a la condena del ex presidente. Entre ellas, la incompetencia del juez de primera instancia, Sergio Moro, para juzgar el caso y la falta de imparcialidad del juicio. Los abogados afirman que Lula ha sido presidente de la República, nunca ha sido condenado anteriormente, por lo que no representa riesgo para el país.
En caso de aceptar el análisis, la defensa pide que el ex presidente responda al proceso en libertad, con miras a obedecer el principio constitucional de la presunción de inocencia.
De los cinco magistrados, tres se han posicionado contra la prisión después de condena en segunda instancia, lo que genera expectativas sobre la posibilidad de liberación de ex presidente. Pero los expertos piden cuidado en los análisis, pues evalúan que el Supremo Tribunal Federal está contaminado por intereses políticos.
Edición: Vivian Fernandes