"Qué es encarcelamiento en masa" es el nombre del libro de la serie Feminismos Plurales, que discute la fusión entre encarcelamiento, selectividad penal y racial en Brasil y feminismo negro. La obra está basada en las teorías de intelectuales negras como Sueli Carneiro, brasileña, y la estadounidense Angela Davis.
La investigadora en Antropología en la Fundación Escuela de Sociología y Política de São Paulo (FESPSP), Juliana Borges, que también fue Secretaria Adjunta de la Secretaría Municipal de Políticas para las Mujeres de la Alcaldía de São Paulo en 2014, recibió la invitación de la filósofa Djamila Ribeiro para abordar el tema de seguridad pública en el libro.
En la obra, la autora alerta sobre el aumento del encarcelamiento femenino, que creció 567,4% entre 2006 y 2014.
Juliana, que fue una de las organizadoras del Encuentro Nacional de la Juventud Negra, en 2007, habla con la Radioagencia Brasil de Fato sobre los temas centrales del libro.
Lea la entrevista completa:
Brasil de Fato: El libro "Qué es encarcelamiento en masa" busca analizar el racismo estructural que se refleja también en el sistema carcelario. ¿Cómo es posible analizar y trazar paralelos entre el encarcelamiento y el punitivismo penal con la cuestión del feminismo negro?
Juliana Borges: Tiene mucho que ver, en principio cuando pensamos en la temática del encarcelamiento en masa, acabamos pensando mucho en las cárceles masculinas, que, de hecho, son la mayoría de las prisiones en escena. En el último informe, tenemos más de 700 mil personas en situación de cárcel, de estas más de 90% son hombres. Entonces, acabamos siempre pensando este asunto ligado la cuestión masculina. Sólo que, si fuésemos a pensar en el aumento de los encarcelamientos hoy en el mundo, vamos a percibir que la tendencia de mayor aumento ha sido el encarcelamiento de mujeres. Entonces, en el caso de Brasil, en el último informe, de 2006 a 2014 tuvimos un aumento de más de 500% del encarcelamiento femenino.
En el libro son citadas intelectuales brasileñas como Sueli Carneiro, Thula Pires, pero también Angela Davis, esencial para el movimiento de los Panteras Negras en los Estados Unidos. ¿Cómo contribuye el pensamiento de esas intelectuales al tema? ¿Y qué solución se genera a partir de ellas?
Utilicé mucho las formulaciones de Sueli Carneiro en una parte en la que trato sobre ideología, sobre por qué necesitamos comprender el racismo como una opresión, una ideología, que atraviesa toda la estructuración del Estado brasileño. Angela Davis es una militante e intelectual que es fundamental en la cuestión del abolicionismo penal. De la importancia de no pensar más en las prisiones como espacios cabales para castigo, o no pensar más en el castigo como forma de resolver conflictos, de resolver problemas.
Pensamos la figura de esa persona [encarcelada] que rompió algún contrato social, creer que, privándola de libertad, sin ninguna discusión sobre aquello, sin ninguna problematización de lo que es crimen y de lo que no es, apartando esa persona de la sociedad, vamos a resolver eso. En verdad, lo que se ha probado históricamente no es eso, no se resuelven los problemas. Entonces necesitamos discutir radicalmente soluciones para este tema, para esta cuestión.
Cada día vemos paradigmas conservadores ganando espacio en la sociedad. Según el Anuario Brasileño de Seguridad Pública, en 2014, más de 600 mil personas estaban presas en Brasil. ¿Cómo mira este elevado número de encarcelamientos y cómo reflejan una visión de que la cárcel es la solución para los problemas de violencia? ¿Cómo puede desmitificarse eso para la sociedad?
En el informe, estábamos en cuarto lugar en el ranking de países que más encarcelan en el mundo. Ahora, desgraciadamente sobrepasamos a Rusia y estamos en tercer lugar, con más de 700 mil personas [encarceladas] en Brasil. El racismo es la columna vertebral de la experiencia del colonialismo, en las Américas y en Brasil. Creo que estos números se van reflejando en una visión brasileña violenta, pero que se acentúa principalmente a partir de 2006, cuando se aprueba la nueva ley de drogas. Esta legislación es una divisoria de aguas para que se de un incremento tan grande en el número de encarcelados. Si miramos, gran parte de las personas en situación de encarcelamiento, cerca del 40%, no fueron juzgadas aún, son personas que podrían ser juzgadas en libertad.
Casos como el del ex minador* de latas, Rafael Braga, que contrajo tuberculosis en una cárcel superpoblada y fue condenado a 11 años y 3 meses de prisión por tráfico y asociación para tráfico, ¿pueden ser insertados en este contexto de selectividad penal?
Creo que el caso de Rafael es emblemático. Que el movimiento negro brasileño haya comprendido esta cuestión y abrazado con seriedad la campaña para problematizar, cuestionar y pedir la libertad de Rafael Braga fue importante. Porque no se trata sólo del hecho de pedir su libertad, sino exponer todas las contradicciones y problemas del sistema de justicia penal.
*persona que selecciona basura para reciclarla o venderla
Edición: Camila Salmázio | Traducción: Pilar Troya