Para enfrentar el vaciamiento del papel de las instituciones financieras públicas causado por el gobierno de Michel Temer, parlamentarios de la oposición lanzaron, este martes (13), el Frente Parlamentario en Defensa de los Bancos Públicos. La iniciativa se debe a acciones como la reducción del crédito y del número de agencias, además de la amenaza de privatización de parte del patrimonio de la Caixa Económica.
Según uno de los principales líderes del Partido de los Trabajadores - PT, senador Lindbergh Farias (RJ), que es el coordinador del Frente, las decisiones del gobierno Temer van a contramano de las políticas adoptadas por los gobiernos Lula y Dilma que priorizaron la actuación de esos bancos en el fomento del progreso del país. Para el, el momento es de resistencia para contener el desmantelamiento de esas instituciones públicas.
“Los bancos públicos fueron fundamentales en la crisis de 2009. Cuando los bancos privados tenían restricción de crédito y el gobierno de Lula bajó los intereses, la Caixa y el Banco de Brasil ofertaron crédito y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) actuó para estimular el desarrollo económico. (…) Pero, en un gobierno que es rehén del sistema financiero privado, no hay interés en los bancos públicos”, afirmó.
El senado Roberto Requião (Partido del Movimiento Democrático Brasileño- estado de Paraná), uno de los articuladores del Frente, resaltó la importancia del fortalecimiento de los bancos públicos para la soberanía del país. Para el, no hay salida para el país sin inversión pública.
“Nunca hubo, pero ellos defienden la dependencia absoluta de Brasil. El fin de un proyecto de soberanía nacional. Y la categoría bancaria es una pieza dentro de ese proyecto de transformar Brasil en un gran Puerto Rico, en un territorio norteamericano. Es dentro de ese esquema que estamos insertos. Pero, o somos un país o no somos nada. Y lo que nos resta es resistir y parar todo el día 30”, dijo, refiriéndose a la huelga general convocada por las centrales sindicales.
Participan del Frente, economistas y representantes de trabajadores de los bancos con el objetivo de garantizar que instituciones como la Caixa Económica Federal (CEF), el Banco de Brasil, el Banco do Nordeste y el BNDES continúen fomentando el desarrollo económico con inclusión social y ejerciendo el papel de operadores de políticas públicas.
En el evento de lanzamiento, promovido por las bancadas del PT en la Cámara de Diputados y en el Senado y parlamentarios del Partido Comunista de Brasil - PCdoB, del Partido Democrático Laboral - PDT y del Partido Socialista Brasileño - PSB, también fue realizado el seminario “Estrategias para Financiar el Desarrollo”, que contó con la participación del profesor Luiz Gonzaga Beluzzo, de la UNICAMP; del ex-dirigente de la Federación Brasileña de Bancos (FEBRABAM), Fernando Nogueira; y de la sindicalista Juvandia Moreira, presidenta del Sindicato de [empleados] Bancarios y Financieros de São Paulo, Osasco y Región, además de los profesores João Sicsú y Antonio José Alves Junior.
Microcrédito
Moreira reforzó el papel social y económico de esas instituciones, destacando los programas de microcrédito, que viabilizan emprendedores individuales y microempresarios, mantenidos casi que exclusivamente por los bancos públicos.
El Banco de Brasil - BB, explica ella, es líder absoluto en crédito para la agricultura, con 58,4% de participación en el mercado, financiando desde las grandes empresas del sector hasta las pequeñas propiedades. En la agricultura familiar —que siembra y cosecha 70% de los productos que llegan a las mesas del país— el BB asegura 70% de su financiamiento.
La Caixa Económica - CEF es responsable por financiar 25% de todas las viviendas brasileñas. Al lado del BB, la CEF financió, en 2015, 2,2 millones de estudiantes que cursaban alguna universidad, por medio del FIES. “Sin un banco público para ofrecer crédito más barato al agricultor familiar, el precio de los alimentos sería mucho más alto para el consumidor”, afirmó.
Un levantamiento del profesor universitario e historiador Luiz Alberto de Vianna Moniz Bandeira, publicado en el site Patria Latina, muestra que el BNDES ganó en 2002, US$ 167 millones y, en 2013, fueron US$ 2,5 mil millones. Las ganancias del Banco de Brasil fueron de US$ 608 millones en 2002, y US$ 4,8 mil millones en 2013. Las ganancias de la Caixa Económica Federal también subieron de US$ 334 millones en 2002 a US$ 2 mil millones en 2013.
Desmonte
La descapitalización de la Caixa Económica preocupa a la sindicalista, esta viene desacelerando su política de crédito. Ella afirma que el actual gobierno libró al Banco Itaú de pagar US$ 7,6 mil millones en impuestos, pero alega no tener recursos para asignar US$ 600 millones a la CEF.
“Es así que está siendo tratado el segmento que fue capaz de enfrentar la crisis de 2008 y tendría todas las condiciones para revertir la actual depresión económica”, reclama. “No hay desarrollo sin crédito, y es justamente el crédito con tasas de intereses más bajas y el crédito direccionado con el que ellos están queriendo acabar”, añade.
Juvandia Moreira además alerta sobre el impacto de la reforma laboral sobre esas instituciones, pues la precarización de los vínculos laborales afecta directamente fuentes esenciales de aporte público, como el Fondo de Garantía por Tiempo de Servicio (FGTS), usado para financiar programas habitacionales, saneamiento básico y obras de infraestructura, y el Fondo de Amparo al Trabajador (FAT), una de las principales fuentes de capitalización del BNDES.
Los recursos del FGTS están constituidos por depósitos hechos por los empleadores, equivaliendo a un salario por año, por cada trabajador formal. El FAT está compuesto, en parte, por la transferencia de una cuota parte de las contribuciones sindicales de patrones y empleados. “En un país donde no se tiene más vínculo laboral ni trabajo formal, de dónde van a venir esos recursos?”, indagó.
Durante el evento fue divulgada la cartilla En Defensa de los Bancos Públicos – Verdades y Mentiras, formulada por el Sindicato de Bancarios y Financieros de São Paulo, Osasco y Región.
Según Sicsú, que participó de la elaboración del material, la cartilla cuenta con un conjunto de instrumentos que muestran la importancia del papel de esas instituciones financieras para la inclusión social, la agricultura, el financiamiento de la casa propia, el estímulo a la industria y la infraestructura en el país, desmitificando versiones sobre la actuación de los bancos.
Ejemplo
Durante el evento, Lindbergh también recordó que el éxito de la actuación de los bancos públicos brasileños sirvió como modelo para otros países.
"Todas las decisiones fundamentales de acumulación, inversión, financiamiento y políticas sociales de transferencia de renta hechas en la economía brasileña, en tiempos remotos o recientes, fueron tomadas con el apoyo de los bancos públicos”, afirmó. El enfatizó que no es posible recuperar la economía sin la participación de los bancos públicos.
Para el economista Luiz Gonzaga Beluzzo, es necesario asegurar el control público del crédito y garantizar que esas instituciones estén realmente a servicio de un proyecto de desarrollo. “Para vencer esa tendencia al rentismo de las empresas y de las personas, es preciso de tener un sistema público que dirija el crédito hacia la inversión y hacia la creación de empleos”, afirmó.
Edición: Camila Rodrigues da Silva | Traducción: Pilar Troya