Hace siete años, Brasil es líder mundial en el uso de agrotóxicos y muchas substancias prohibidas en otros países continúan siendo vendidas en el país. El consumo medio mensual per capita es de 5,2 kg de veneno agrícola en el país. Sólo el estado de São Paulo consume cerca del 4% de todo el veneno producido en todo el mundo.
Malformaciones, intoxicaciones, algunos tipos de cáncer y empobrecimiento y contaminación del suelo son algunos de los efectos graves atribuidos al uso masivo de estas substancias en la agricultura. Trabajadores rurales y vecinos próximos a los campos hacen parte de los grupos de riesgo más alto.
Para debatir los impactos del uso de agrotóxicos, analizar sus impactos, establecer estrategias de fiscalización y actuación institucional en el combate al uso inadecuado de esas substancias en el estado de São Paulo, fue creado a fines de agosto el Foro Paulista de Combate al impacto de los Agrotóxicos y Trangénicos.
Grupos de defensa al consumidor, representantes de la Defensoría dela Unión, del Ministerio Púbico Federal, investigadores, organizaciones sociales, como la Alianza por el Agua, y sindicatos, como la CUT, integran el Foro.
Marcelo Novaes, representante de la Defensoría Pública Estadual de São Paulo en el foro, comentó en entrevista a Brasil de Fato los principales efectos socioambientales de los agrotóxicos en el estado. En base a los datos levantados por el Observatorio de Salud Ambiental, Novaes asocia el aumento de los casos de cáncer al uso indebido de estos productos.
“Del año 2000 al 2013, la tasa de prevalencia media de malformaciones en el estado fue de 7,8 [para cada 100 mil nacidos vivos] y, en algunas ciudades del interior, inseridas en un territorio de producción de caña, café, soja, los indices se aproximan a 24, el triple de lo que existía en Cubatão. Los estudios apuntan que el 70% de los casos de malformaciones es consecuencia de problemas ambientales y no a problemas de transferencia de carga genética”, afirmó.
Acceda a la entrevista completa:
Brasil de Fato – ¿Cómo se configura el Foro Paulista de Combate a los Agrotóxicos y Transgénicos?
Marcelo Novaes – Este foro fue organizado para sincronizar entre algunas instituciones en la lucha contra los agrotóxicos las informaciones sobre lo que está siendo realizado en cada una de ellas. Buscamos también para hacer un intercambio con las actividades académicas y, así, reunir los institutos para exponer nuestras investigaciones a la población y sea propositiva de acciones.
El Foto es abierto y democrático. Son básicamente seis coordinadoras, con integrantes de innumerables entidades e instituciones jurídicas, ademas de representantes de la sociedad civil. Creemos que el debate de la fiscalización, control y freno del uso ilegal e irrestricto de los agrotóxicos debe ser hecho en el aspecto social, jurídico y científico.
En el lanzamiento del Foro se discutieron los datos del Observatorio de Salud Ambiental. ¿Cuáles son los principales temas levantados?
El informa del Observatorios de Salud Ambiental muestra que, en algunos municipios del interior de São Paulo, las tasas de nacidos con malformaciones llega a ser 300% superior a la media estadual. Todos esos municipios tienen en común el hecho de estar insertos en zonas de producción de commodities agrícolas, donde hay, por consecuencia, una gran utilización de agrotóxicos. Brasil es el campeón mundial de uso de agrotóxicos, y sólo el estado de São Paulo usa cerca del 4% de todo el agrotóxicos producido en el mundo.
Desde el año 2000 al 2013, la tasa de prevalencia media de malformaciones en el estado fue de 7,8 para cada 100 mil nacidos vivos y, en algunos ciudades del interior, ubicadas en zonas de producción de caña, café, soja, los indices de aproximan de 24, el triple de lo que existía en Cubatão. Los estudios apuntan que el 70% de os casos de malformaciones, las causas están vinculadas con problemas ambientales y no problemas de transferencia de carga genética.
Por la propia naturaleza de los agrotóxicos, que son biocidas, peligrosos y que exigen cautela en manipulación, obviamente su utilización en larga escala provoca efectos nocivos para la salud. Lo que el estudio prueba es que esas consecuencias no están por venir, ellas ya llegaron hace mucho tiempo. Todos nosotros estamos expuestos a eso a causa de la contaminación del agua y de los alimentos. Cerca del 30% de los alimentos consumidos por la población son impropios. Ellos no podrían ser destinados ni para la producción de alimento balanceado para animales. Ellos deberían ser incinerados.
Levantamos también cuestiones vinculadas con la fumigación, que es prohibida o habitada pero con serias restricciones por la comunidad eurpea, y tiene previsión de ser abandonada en el año 2017. Aquí en Brasil, puntualmente en São Paulo, la situación es muy preocupante.
En el estado, tenemos 48 empresas de aviación agrícola registradas en el Ministerio de Agricultura, que juntas pulverizan un área correspondiente al 11,82% del territorio paulista, en 2015. Es como si tomase el mapa de São Paulo y borrase el Valle de Paraíba, la Baixada Santista y el Gran São Paulo, con productos prohibidos en otros países por sus efectos cancerígenos.
¿Cuales son los grupos mas afectados?
En tesis, los grupos más afectados serían los profesionales de la salud, que manipulan agrotóxicos utilizados en el combate a los vectores de algunas epidemias; los trabajadores de la agricultura; los trabajadores de las industrias que manipulan y formulan esos productos; y de una manera genérica, toda la población que consume los alimentos contaminados. Lo que ese estudios demostró es que existe otro grupo que es la población del interior que vive en municipios donde la frontera entre lo rural y los urbano es muy dispersa.
Tenemos denuncias de ciudades en que el 8% de la población está en tratamiento de cáncer, como Coronel Mercedo, por ejemplo. El municipio de Bento de Abreu es el campeón paulista en la tasa de prevalencia media del cáncer del encéfalo en el estado de São Paulo.
Esos datos muestran que el agronegocio, de la forma como esta siendo practicada, deja un rastro de destrucción y muerte en el interior. Los agrotóxicos no son defensivos agrícolas, no son agroquímicos, no son soluciones modernas para la agricultura, no son sustancias “amigas” de las personas y de las plantas. Son sustancias intrínsecamente tóxicas.
¿Cómo usted evalúa las políticas publicas ambientales en Brasil?
Lo que podemos observar es que hay un retroceso en las políticas públicas ambientales que no surgió ahora pero que viene acentuando de manera acelerada.
Una de las primeras leyes firmadas por el nuevo gobierno fue la autorización de la fumigación aérea de sustancias tóxicas en las ciudades para el combate del mosquito del dengue, mismo con todas las manifestaciones contrarias [ de profesionales] del área de la salud. Todos sin ninguna justificativa científica, sanitaria o técnica.
Ademas, tenemos el Proyecto de Ley de los agrotóxicos [3200/15], que es extremadamente preocupante, no sólo porque cambia el nombre de los agrotóxicos por fito-sanitarios, sino tapien porque el control de lo que va a ser usado en el país deja de tener interferencias de las áreas de medio ambiente y de salud.
Sumado a eso, tenemos un proyecto [4059/12] que permite la adquisición de tierras por extranjeros, lo que atenta contra la soberanía nacional. El proyecto posibilita que el mercado financiero, por ejemplo, sea propietario de extensas áreas en nuestro país sin ninguna responsabilidad socio-ambiental.
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