Las risas de quien jugó y participó como espectador del juego amistoso entre el equipo de la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF) y Autónomos Fútbol Club, enmarcaron el encuentro futbolístico que tuvo lugar durante la fría mañana del 11 de junio, en Guararema, interior de São Paulo.
Por 7 a 1, el equipo visitante venció el partido que fue el puntapié de la campaña para la construcción de un campo de fútbol en la propia escuela, que llevará el nombre Dr. Sócrates Brasileiro, jugador símbolo de la lucha por la democracia.
Durante la actividad, una mesa de debate discutió las relaciones entre fútbol y política, y se presentó el proyecto arquitectónico que enmarca la campaña.
La recaudación de recursos, mediante la plataforma de financiamiento colectivo Catarse, se inicia el lunes (20) y tiene como meta recaudar R$ 60 mil – alrededor de 17 mil dólares – para destinar al campo y al entorno del mismo.
“Nosotros tenemos un proyecto mayor de un centro polideportivo, que no se restringe al campo, para que los estudiantes que pasan grandes períodos en la ENFF tengan actividades deportivas. Creemos que es una cuestión de salud, pedagógica y de esparcimiento”, explicó Diana Fernandes, de la Asociación de Amigos de la Escuela Nacional Florestan Fernandes (AAENFF).
El proyecto del centro polideportivo fue elaborado por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo (FAU-USP) e incluyó, ademas del campo de fútbol – que es la primera etapa –, un memorial, cancha de arena, pista de corrida y área de gimnasio.
El plazo para recaudar fondos para el emprendimiento es de dos meses a partir de este lunes (20), y las donaciones pueden ser realizadas mediante el portal: https://www.catarse.me/campodrsocratesbrasileiro
La previsión es inaugurar el campo de fútbol y la platea el 4 de diciembre de este año, que es el cumpleaños del propio Sócrates.
¿Fútbol y lucha de clases se mezclan?
La mística que antecedió la mesa de discusión comenzó con militantes del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) abordando la relación entre fútbol y lucha de clases. Fueron recuperados episodios históricos en ese momento, como uno de 1983, cuando la selección de la Union Soviética se recusó a jugar en el estadio nacional de Chile, feroz escenario de represión durante la última dictadura militar comandada por el general Augusto Pinochet. Otro en 2005, cuando el jugador Drogba, de la selección de Costa de Marfil, realizó un discurso con el objetivo de ponderar las tensiones producto de la guerra civil. Entre estas fechas, una de las última referencias citadas por los sin-tierra fue la Democracia Corinthiana, movimiento del cual Sócrates fue fundador y símbolo.
Sin perder el tono de la mística del inicio, empezó el debate con la participación de dos jugadores del Autónomos Fútbol Club, Luciane de Castro, periodista del blog Futebol para Meninas; Carlos Duarte, miembro de la coordinación de la AAENFF; el profesor de la FAU-USP, Jorge Bassani; y el investigador del Laboratorio de Habitación de la USP (Labhab), Paulo Müller.
El Autónomos F.C. fue fundado por punks y anarquistas de la ciudad de São Paulo, en 2006, y es un equipo de barrio que disputa campeonatos nacionales e internacionales en su categoría. Ellos afirman que, más allá del fútbol comercial, el deporte puede ser apropiado como herramienta de aglutinación y articulación política, por ser un espacio en que las personas interactúan por fuera de la jornada de trabajo.
Gabriel Brito, periodista y jugador del equipo, cuenta que eso ya es una realidad en otros lugares del mundo. “Existe una red antifascista de movimientos sociales conectada por medio del fútbol. En el 2010, por ejemplo, fuimos invitados por un equipo amateur ingles, que fue fundado por militantes anarquistas que lucharon contra el gobierno de Margaret Thatcher durante los años 1980”, relató.
Otro punto de la discusión fue el fútbol femenino, marginalizado desde el origen. “El fútbol femenino es un acto político en si mismo y nunca será comparable con el masculino. Son cosas muy diferentes”, afirmó Luciane de Castro, que también es curadora del Museo del Fútbol, en São Paulo.
Proyecto
La iniciativa de la construcción del campo es de la Asociación de Amigos de la Escuela, que articuló contactos junto a la FAU-USP para elaborar conjuntamente el complejo deportivo de la ENFF. Además de un campo de fútbol, está prevista la construcción de una cancha de arena, un gimnasio al aire libre, la revitalización de un camino ya existente y un memorial sobre Sócrates.
“Fue un proyecto que nosotros diseñamos, pero que fue pensado colectivamente, con personal de la Escuela, de la FAU y de la Asociación de Amigos. Fueron varias conversaciones para pensar cuestiones relativas a los costos como también a las dinámicas de la escuela”, agregó Jorge Bassani, profesor de arquitectura.
Estructura
Sobre moldes alternativos, en un primer momento se proyecta construir el campo y las tribunas. Según Bassani, inicialmente fue pensado un espacio con capacidad para 200 personas. “Sin embargo, percibimos que, mismo la tribuna con esa capacidad, seria un gran obstáculo y, en vez de reunir a las personas, ellas servirían casi como un bloqueo entre el campo de fútbol y el resto del espacio”, explicó.
Por eso, el proyecto final tiene pequeños módulos con banquillos, donde las personas pueden ocupar, mismo sin juego.
“Tomamos una serie de referencias y pensamos en algo que funcionase tanto para integrar las actividades del campo de fútbol con el resto de la escuela, en cuanto a otras formas de uso; o sea, que fuese espacio donde las personas puedan conversar, tocar guitarra”, explicó.
El campo de fútbol está diseñado para reducir al mínimo los costos de manutención. Así, la estructura tiene una serie de camadas y mecanismos que permiten que en tiempos de lluvia en campo pueda usarse para jugar.
Traducción: María Julia Giménez
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